Hace poco os traía la crítica del film La chica del tren, adaptación a la gran pantalla del libro del que hoy voy a hablaros.
Sin ser un dechado de originalidad y, aunque hay que avanzar un buen tramo antes de que la historia acabe de engancharte, La chica del tren es un entretenido thriller que nos mantendrá intrigados hasta el último momento, con una trama repleta de interesantes giros argumentales, personajes muy bien definidos y un estilo narrativo ágil y ameno.
Paula Hawkins consigue sumergirnos en un mar de dudas; nada es lo que parece, nadies es quien parece y hasta el final no descubriremos qué ha pasado realmente.
El libro está narrado en primera persona desde los puntos de vista de las protagonistas femeninas de la historia, como si de varios diarios se tratara, lo que nos permitirá vivir las mismas situaciones desde diferentes perspectivas. Es un estilo muy explotado pero no por ello menos efectivo y que sigue dando buenos resultados confiriendo a la trama y, por ende a la lectura, un ritmo muy agradable que nos enganchará fácilmente.
Es cierto que los primeros capítulos pueden llegar a hacerse un poco pesados y tarda en arrancar, pero una vez que lo hace ya no pierde el ritmo. También es cierto, como punto negativo, que algunas ocasiones (por suerte no demasiadas) la autora parece repetirse en exceso para ilustrar y dejar claros determinados aspectos de la protagonista, aunque desde mi punto de vista no era necesario recalcarlos tanto pues quedan muy claros desde el principio.
En resumen, que el libro me ha gustado y os animo a leerlo. No es que sea lo mejor que os vais a echar al cuerpo, pero es resultón, fácil de leer, engancha y sabe mantener el suspense.