¿Recuerdas tu época del instituto? Seguro que había algún chico/a que te hacia suspirar con solo ver sus andares, esa sonrisa digna de anuncio de Colgate y esa mirada matadora. ¡Y eso sin contar su cuerpo de escándalo!. Seguramente esa misma persona fue dueño de vuestras fantasías y pensamientos, ¿o nos equivocamos? Pero, como suele pasar en estos casos, el chico/a guapo/a nunca hace caso al ser invisible que pasa desapercibido en una jungla llamada instituto. Eso mismo le pasa a Jenna Hamilton (Ashley Rickards). Pero, la diferencia que… ¡ella logra perder su virginidad con Matty McKibben (Beau Mirchoff) el chico más guapo, carismático y popular del instituto! Y cuando la vida parecía que estaba sonriéndole a Jenna, de golpe, Matty parece estar avergonzado de ser visto con ella y, para más inri, unacarta anónima llega a su buzón. La que le recuerda lo patética e invisible que es. La misma que crea un gran mal entendido cuando Jenna, en un accidente, se cae en el baño de su habitación y se fractura varios huesos, haciendo que todos piensen que esas heridas fueron fruto de un intento suicido a raíz de esa carta. Y así es como Jenna, con su espíritu, orgullo y corazón roto vuelve a las clases tras su supuesto intento de suicidio y deja de ser la chica invisible para ser Jenna la muerta, la misma que peleará por demostrar que todo es un gran mal entendido.
CuriosidadesLa crítica la acepto de forma muy positiva y la catalogaron como un soplo de aire fresco para MTV, la cual llevaba unas temporadas teniendo malas críticas por sus series las cuales las catalogaban como muy flojas.
La historia ocurre en California, en el instituto Palos Verdes High School, aunque es normal ver como a lo largo de la historia lo abrevian a Palos High. Pero, la curiosidad viene a que ese instituto realmente existe y si, también está situado en California. El cual, antes de los años 90 era muy famoso y prestigioso por sus numerosos premios académicos y deportivos.
¿Por qué verla?Las comedias románticas adolescentes siempre nos la presentan como una historia donde chica conoce a chico, él o ella es odioso y tienen una relación con una gran tensión sexual no resuelta y que de golpe, de la nada, se juran amor eterno. Y eso descoloca muchas veces cuando vemos series de este género y formato. Cosa que no pasa con La chica invisible, donde desde el principio nos empezamos a sentir cómplices de Jenna y esa gran montaña rusa de emociones al pensar en Matty, en la carta, en su vida social y… ¡En las animadoras psicópatas!
No solo el personaje de Jenna se gana nuestro corazón, poco a poco los personajes secundarios se van haciendo un hueco, para bien o para mal, en nuestro corazón, haciéndonos partícipes de sus problemas, de sus sentimientos, de cómo afrontan de la forma “más madura posible” su paso por Palos Hill.
Aunque hemos de admitir que la primera temporada nos va ganando poco a poco con la timidez y carácter de Jenna, las siguientes hace que deseemos devorarlas, no solo por las distintas tramas que van surgiendo, sino porque vamos viendo como esos adolescentes inocentes y con las hormonas aceleradas van creciendo, evolucionando y convirtiéndose en futuros jóvenes con preocupaciones más serias como a que universidad ir o como se ven en una década.
Pros
- El personaje de Jenna sabe cómo atraparnos con sus vivencias, pensamientos, su blog y sobre todo por ese espíritu luchador que tiene.
- Matty, ¡ay! Matty,.. ¡Hasta nosotros hemos suspirado por ti! Y no por tu rostro angelical o tu cuerpo, sino por tus acciones. Lo que empieza siendo el típico malote que enamora a todas, resulta ser la persona más coherente en la vida de Jenna.
- Es una historia distinta a lo que nos tiene acostumbrado el género.
Contras
- Hay tramas secundarias que sobran, aunque buscan el humor a partir de historias enrevesadas , increíbles y sobre todo absurdas, estas resultan ser un relleno que sobra y bastante, haciendo que en ocasiones nos tiente el avanzar la serie y no perder minutos de vida viendo eso.
- Al igual que las tramas, hay personajes que sobran por su idiotez y ese odio innato que despierta sus gestos, su forma de ser y su voz.
Nuestra opinión¡Queremos ser Jenna! No solo por ese pelo precioso y ese rostro angelical que nos hacen dudar sobre la jerarquía en los institutos estadounidenses haciendo que nos preguntemos cosas como “¿Y cómo es que precisamente tu eres una nerd a la que las animadoras amargan la vida?”. O mejor dicho “¿Cómo es que TÚ no eres la animadora?”. Precisamente es por todo lo contrario que queremos ser Jenna, queremos ser esa chica dudosa que nadie parece recordar quien es, esa que pasa tan desapercibida porque no destaca en su forma de ser –común- ni en su forma de vestir –normal- ni en su vida social –su círculo se limita a sus dos amigas- y ese cumulo de circunstancias la convierte en la chica invisible. Y, apuesto lo que sea que muchos de aquí se han sentido así en algún momento de su vida en la etapa del instituto.
Y a diferencia de la vida real, Jenna tiene a Matty, el chico suspiro, el chico por el que también desearíamos ser Jenna, ese chico popular que va más allá de las apariencias y fiestas, el mismo que no solo va enamorando a Jenna a medida que pasan los capítulos, sino que también va enamorando al espectador. Hasta el punto de querer gritar a Jenna y decirle un “espabila o me lo quedo yo”.
Pero dejando de lado a Jen (para los amigos) y Matty, la historia sabe atraparte de forma natural, hasta el punto que no entiendes que es lo que te gusto de ella