Editorial: EREIN ARGITALETXEA (2016)
No. No es esta la primera entrega de la saga protagonizada por Jon Ander Macua, Eider Chassereau y sus compañeros de aventuras, pero el azar ha querido, una vez más, que me incorpore al viaje una vez este ha empezado. Cosas que pasan cuando la elección de la lectura es compulsiva, exenta de elementos juiciosos que permitan una investigación lectora la cual, precisamente, suelo recomendar.
La pulsión para leer depara sorpresas, decepciones y situaciones delirantes acompañadas o no de reparación. Las novelas de Noelia Lorenzo permiten amablemente una lectura independiente. Ya iremos conociendo a sus personajes y tendremos tiempo de avanzar y retroceder en el tiempo a golpe de tomos en los que volver a caer en la tentación de jugar a los detectives. Y de este modo dibujaremos esquemas mentales, trazaremos líneas de unión entre hechos aislados o relacionados entre sí, formularemos hipótesis, alcanzaremos tesis y nos chocaremos una y otra vez contra muros insalvables atesorando hematomas que nos permitirán acercarnos a la trama desde otra perspectiva.
Lectura adictiva para todos los públicos. En esta ocasión, el hallazgo del cadáver de Lorea Gálvez permite al equipo investigador dar lo máximo de sí para llegar a conclusiones, acertadas o desacertadas.
Hondarribia, eternos paraísos vascos con los que soñar, o tener pesadillas si atendemos a los acontecimientos. En esta entrega, la muerte de una joven permite a la agente Lía Yoldi establecer los pertinentes nexos de unión con un caso lejano en el tiempo, similar, demasiado parecido: la muerte de su amiga Mayca una lejana noche en el tiempo. Novios, hermanos, amigos, amores posibles e imposibles y los enredos de un tiempo fugaz aficionado a jugar con todos, incluyendo a los lectores en las reglas del juego.
Dolor, mucho dolor. Intensidad y... acción. Con dicho menú es aconsejable tomar por los cuernos una novela que no deja indiferente al atrevido buscador de emociones y lo prepara para lo mejor, para lo peor y para afrontar los nuevos títulos que, pacientemente, esperan a ser abordados en el orden que plazca a quien posee la decisión suprema.
Noelia Lorenzo marca su territorio con la agilidad de un felino y se postula para una entrevista que espero conseguir no en base a halagos gratuitos sino al testimonio de agradables tardes de lectura junto a sus criaturas, a su mimados hijos, letras coherentes para explicar la mismísima incoherencia. No hay error más grave que cerrar un caso en falso y descubrir con los años las repercusiones de tal error.
Podemos olvidar a una chica. Más difícil es hacerlo con dos. Pero, cuidado, que los caminos que nos acercan a un asesinato no tienen por qué ser idénticos a los que acercan a otro. Cada tablero con sus fichas y nosotros con el dado del azar, bonito reto.
El País Vasco se está convirtiendo en el telón de fondo de la Novela Negra española y todavía hay quienes se preguntan por las razones de tal escenario. No es una afirmación tajante, pero gusta animar a los escritores para proponer nuevos escenarios si bien, este, el que nos ocupa, es sumamente interesante.
No dejemos que los personajes secundarios pasen desapercibidos. No digo que en ellos resida la clave de nada, pero es altamente recomendable seguir su evolución, sus apariciones y todo aquello que deseen aportar a la trama pues, en los detalles reside la clave de casi todo...
Reseñado por Francisco Javier Torres Gómez
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