La chica que leía en el metro
Christine Féret-Fleury
Nuria Díaz (ilustradora)De Bolsillo, 2018272 págs.Serie: autoconclusivo
Sinopsis
Juliette toma el metro todos los días a la misma hora. Y lo que más disfruta del trayecto es observar a aquellos que leen a su alrededor. La vieja dama, el bibliófilo de rarezas, el estudiante de matemáticas, la joven muchacha que llora en la página 247. Juliette los mira con curiosidad y ternura, como si sus lecturas, sus pasiones, la diversidad de sus vidas, pudiesen dar color a la suya, monótona y previsible. Sin embargo, un día decide bajar dos estaciones antes de lo habitual, tomar un nuevo camino para ir a trabajar, sin saber que su vida estará a un solo paso de cambiar para siempre. Si te gusta leer en la bañera o por encima de la espalda de tu vecino; dejar el libro en un vagón del metro u ofrecerlo a tu mejor amigo; compartir tus lecturas en familia o con tu pareja; si coleccionas puntos de libro, ejemplares únicos o no te pierdes nunca las últimas novedades... este libro es para ti
Opinión
Este libro me entró por los ojos sin más. El título, las ilustraciones me parecieron tan preciosas, que solo eso me atrajo y me sedujo para leerlo, La chica que leía en el metro.
La protagonista de la historia nos sumerge en su mundo; viaja habitualmente en el metro y va observando a cada uno de los usuarios leyendo diferentes libros. Un día cualquiera decide parar antes y descubre un libro en el suelo, colocado de tal manera para que una puerta no se cierre… cuando descubre qué es lo que se esconde allí, y la magia y también el desorden que hay no dudará en quedarse y ayudar a Solimán y su hija en el trabajo y su obsesión de este: ser pasantes de libros. Una profesión como otra cualquiera, pero dura y al cual debes dejar casi tu alma en ella. ¿quieres saber más? Pues tienes que leerlo para averiguar qué es ser "pasante de libros", y si Juliette conseguirá ser una buena pasante o no...
Este libro es totalmente diferente a lo que suelo leer. Un libro que puedo decir que es más cuento que libro. Un cuento o historia narrada con una voz dulce, muy autentica, pero llana. Esa voz nos transporta al mundo de los libros, al de verdad, al que duele, al que sientes, el cual nos transporta, nos enamora, nos enternece, nos lleva por lugares tan insospechados, que la gente que se pierde eso no sabe lo que un libro, tan sencillo puede crear en una persona.
Esta es la parte que más me ha gustado: lo que me ha transmitido y el mensaje que tiene y que deja. Un libro lo es todo. Conllevará que la protagonista de la historia cambie su mundo, su vida y la lleve por un sendero alocado, pero vivo, lleno de ilusiones y esperanzas para ella, y para la gente en general. Es un encuentro entre el lector, el autor, el propio libro, y el futuro lector. Porque un libro es para descubrir y seguir siendo descubierto. Un libro es para amarlo, y también para disfrutar viendo como otros lo van amando.
Es un cuento como ya os digo muy atrayente, interesante y además cuidado y precioso. Unas ilustraciones tan representativas de lo que leemos que da gusto leerlo y no te cansas. Hay un detalle que me tenía muy hipnótica y sumergida en la lectura y era que las ilustraciones siempre estaban en la página de la derecha… es que había un gran motivo… tras cada ilustración (imagen importante de una escena) la autora/editora nos brinda una frase llamativa del texto que ya hemos leído. Son frases retoricas, sencillas, pero que traspasan y que apuntas en la libreta y recordarás seguro. Y es que la prosa de la autora es de una belleza inigualable. Es una prosa elegante, muy cuidada, casi lírica a veces, lo que hace que la lectura no sea de corte rápido, al contrario, es un cuento de los lentos, de los que saboreas lentamente, cada palabra, cada descripción, cada escena, cada detalle... porque sabes que en cada frase esconde un sentido, un mensaje, un secreto.
Un libro para todas las edades. Un libro mágico, que nos hace volar, fantasear, y vivir la aventura de la protagonista. Encontrar ese lugar, encontrar a Soliman, un personaje excéntrico, raro que tiene un solo objetivo en la vida: disfrutar y hacer disfrutar con los libros. Un mensaje de amor a los libros, también a los lectores, un homenaje a todos los libros, antiguos, modernos… Un libro precioso, muy interesante con un puntito emotivo que todo amante del libro debe leer alguna vez en su vida… ¿eres de los que intenta averiguar que leen tus compañeros de asiento en el metro? Yo sí. Y por eso me siento tan identificada con la prota, por su amor a los libros, por la pasión que desprende ante un hecho tan insólito y como su vida da un revés y esto le ayuda a conocer personas, mundos, libros… Un libro precioso, muy cuqui, sí; y que no deberías perdértelo si eres un lectófilo como yo.