La chica que soñaba con un cerilla y un bidón de gasolina, de Stieg Larsson

Publicado el 27 mayo 2011 por Cris @estanteriaazul

Quiero ir a acabando series/sagas porque se empiezan a amontonar y luego ya no sabes por cual vas o cual sigues, así que decidí leer el segundo de la trilogía Millenium.

Esta es la reseña del primer libro, Los hombres que no amaban a las mujeres. Pronto me leeré el tercero, La reina en el palacio de las corrientes de aire, pero dejaré un poco de margen para no saturarme.

~ La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (Millenium 2/3) ~

~ Stieg Larsson ~

~ G * Adulta, novela negra ~ E * Destino ~

<<Lo vio empapado de gasolina. Podía sentir la caja de cerillas en la mano. La movió. Produjo un sonido áspero y seco. La abrió y eligió una. Le oyó decir algo pero hizo oídos sordos y no escuchó sus palabras. Oyó el chasquido que el fósforo produjo contra el rascador. Fue como el prolongado estallido de un trueno. Todo ardió en llamas.

Una dura sonrisa se dibujó en sus labios. Se armó de paciencia.

Esa noche cumplía trece años.>>

Una muchacha, atada a una cama, soporta un día tras otro las horribles visitas de un ser despreciable y, sin decir palabra, sueña con una cerilla y un bidón de gasolina, con la forma de provocar el fuego que acabe con todo.

Lisbeth Salander se ha tomado un tiempo: necesita apartarse del foco de atención y salir de Estocolmo. Trata de seguir una férrea disciplina y no contestar a las llamadas ni a los mensajes de Mikael, que no entiende por qué ha desaparecido de su vida sin dar ningún tipo de explicación. Lisbeth se cura las heridas de amor en soledad, aunque intente distraerse mediante el estudio de las matemáticas y con ciertos placeres en una playa del Caribe. ¿Y Mikael? Viviendo buenos momentos en Millenium con las finanzas de la revista saneadas y el reconocimiento profesional por parte de los colegas. Ahora tiene entre manos un reportaje apasionante sobre el tráfico y la prostitución de mujeres procedentes del Este por parte de altos cargos y el abuso de niñas menores de edad, reportaje que le ha propuesto Dag Svensson, periodista de investigación, y su pareja, la criminóloga e investigadora de género Mia Bergman.

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Larsson vuelve a involucrarnos en la vida de Lisbeth, Mikael y los personajes que los rodean. Si en el primer libro el foco se centraba en Mikael, en éste se quedará en un segundo plano, incluso algunos aspectos de su carácter me han decepcionado, sobre todo en como encajar el por qué Lisbeth no quiere hablarle ni verle (un poco cortito el hombre). Lisbeth se lleva toda nuestra atención. Por fin vamos a conocer a la mujer enigmática: sus pensamientos más íntimos, su duro pasado. Ha llegado el momento de entender el por qué de su carácter. Huyendo de los sucesos ocurridos hace unos meses viaja por todo el mundo hasta que se da cuenta que ha de volver a Suecia y en cierta parte, enfrentarse a los fantasmas de su pasado. No os vais a imaginar por lo que ha pasado esta mujer. Mikael lleva buscándola desde el final del caso de los Vanger, no entiendo porque ella no quiere saber nada de él. Sin embargo, su vida profesional va viento en popa. Ahora tiene entre manos la publicación de un libro y una tesis sobre el tráfico y las prostitución, por parte de Dag y Mia, una pareja que conoce muy bien el tema y están dispuestos a sacarlo todo a la luz. Pero el libro de Dag tiene algunos flecos sueltos y en su investigación se encuentra con Lisbeth. Y entonces, todo cambia.

También éste segundo libro fue considerado un bestseller, pero yo no lo puedo ver así. Sus primeras 300 páginas me parecieron muy lentas y tediosas; no sabía a donde quería llegar la historia, una introducción demasiado larga con numerosos detalles que se convirtieron en prescindibles. Sin embargo, un suceso lo cambió todo y le da un nuevo punto de vista y por fin, encontré el camino por donde seguir. Sí, la novela fue más entretenida y más llevadera de leer, pero yo tenía el recuerdo de las páginas anteriores; esperaba que hubiera más relación con lo que contaba el argumento y con lo que dejaba entrever en esas 300 anteriores, es decir, el tema del tráfico y la prostitución de mujeres; pero sólo es la superficie de algo mucho más profundo. 

Respecto al primero, me ha decepcionado y eso ha provocado que ahora desconfíe de lo que me vaya a encontrar en el último libro de la trilogía. Claramente, me da miedo que sea pesado ya que esta vez son más de 800 páginas. No obstante, si han tenido tanto éxito será por algo más que a lo mejor yo no he sabido ver. Aún así, la intriga y las sorpresas así como la profundidad del tema está asegurado.

<< Se acercó más y fue hacia el cabecero. Le puso el dorso de su mano húmeda en la frente y, con un gesto que tal vez quisiera ser amable, le pasó los dedos por el nacimiento del pelo. Era su regalo de cumpleaños.

Odiaba que la tocara. >>

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