EE.UU. tiene un desproporcionado número de series de televisión dedicadas a las fuerzas de seguridad, programas que condicionan al público para que mantengan una buena opinión sobre ellos.
No se dejan espacios sin cubrir, quien no ve los noticiarios o lee los periódicos, consume horas de conexión a internet e interactúa en las redes digitales o es seguidor de los espectáculos televisivos, de la moda o del deporte transnacional, o escucha la radio o lee libros y revistas, todo está conectado, una gran red de distribución de contenidos atrapa y sumerge en un mundo irreal a millones de ciudadanos del mundo de hoy, abrumados de información chatarra, con muy pocas alternativas valederas de enriquecimiento cultural.
Leer artículo completo