Ya sea que intentes transmitir un argumento convincente a tu jefe o a una empresa que te está considerando para un puesto de trabajo, tu mejor herramienta es tu propia voz.
A pesar de la tendencia a asumir que las ideas deben presentarse en forma escrita se deduce que usar tu voz para presentarlas puede hacerte lucir más inteligente.
Al menos así lo demuestra una reciente investigación conducida Juliana Schroeder y Nicholas Epley para HBR.
Y es que al final no importa cuan competente e inteligente seas, si no eres capaz de demostrarlo no obtendrás el reconocimiento que mereces. Es la forma en como te comunicas la que proporciona una perspectiva de lo que piensas y de tu habilidad para expresarlo de manera clara.
Para realizar el estudio se les pidió a 162 evaluadores que observaran un vídeo, escucharan un audio o leyeran una transcripción en la que se presentaban distintos argumentos.
A los candidatos se les evaluó en base a 3 factores: competencia, capacidad de reflexión e inteligencia y se les pidió a los evaluadores que reportaran además cuanto les había agradado la persona y que tan positiva era la impresión que les había dejado.
Este tipo de juicios son tomados en cuenta en escenarios reales como en la contratación de personas para el sector servicios en el cual se busca empleados inteligentes y carismáticos.
Finalmente se les preguntó que tan interesados estarían en contratar a la persona en base a los resultados anteriores.
Los resultados se plasman en la siguiente gráfica:
De los evaluadores que tuvieron acceso a vídeos o audio (en ambos casos se puede escuchar a la voz de la persona) juzgaron que los candidatos eran más inteligentes. otorgando un puntaje de 6 en una escala de 10.
La tendencia continúa. Fueron esos mismos individuos los que dejaron una buena impresión y que al final tenían más probabilidad de ser contratados.
Así que, la próxima vez que tengas que presentar una idea o propuesta ya lo sabes. La mejor herramienta para presentarla la tienes siempre contigo, tu propia voz.