Terminada la fiesta campera y cuando el sol se escondía en el horizonte, tras la silueta del castillo de Almodóvar, comenzó el baile y la fiesta. Abrió el baile con varias rumbas y alegrías, con mucha clase y sentimiento, la gran artista flamenca Pili Sanz, tía del niño y a partir de ahí cada uno hizo lo que pudo y le pedía el cuerpo.
En resumen un día entrañable vivido muy intensamente para celebrar el bautizo del último de la zaga, que fue bautizado envuelto en el capote de paseo que estrenó su padre el día de su alternativa. Felicidades a todos.
TEXTO Y FOTOS: Ladislao Rodríguez Galán (LADIS)