La cigarra y la hormiga

Publicado el 23 agosto 2013 por Monpalentina @FFroi

La Cigarra, después de cantar todo el verano, se halló sin vituallas cuando comenzó a soplar el cierzo: ¡ni una ración fiambre de mosca o de gusanillo!  Hambrienta, fue a lloriquear en la vecindad, a casa de la Hormiga, pidiéndole que le prestase algo de grano para mantenerse hasta la cosecha.  —Os lo pagaré con las setenas, -le decía-, antes de que venga el mes de agosto.  La Hormiga no es prestamista: ese es su menor defecto.  —¿Que hacías en el buen tiempo?” -preguntó a la pedigüeña-.
No quisiera enojaros -le contestó-, pero la verdad es que pasaba cantando día y noche...  —¡Bien me parece! Pues, mira, así como entonces cantabas, baila ahora.