Belgica es un interesante destino turistico y Brujas por su autenticidad es un elocuente ejemplo del interes que despierta este tipo de lugares entre las gentes, resalta de aqui su belleza arquitectonica y la historia que encarna ya que hizo parte en la edad media de la Liga Hanseatica, la ciudad cuenta con muchos puentes y de ahí muy probablemente proviene su nombre, en alemán el nombre que recibe la ciudad es Brügge y se origina en la palabra inglesa bridge que significa puente y en antiguo ingles seria brycg, con el paso del tiempo la palabra fue derivando hasta el nombre que ostenta hoy Brujas.
No se puede desligar esta ciudad de la historia que la precede, durante muchos siglos fue un emporio industrial y muy prospera por su industria textil cuyos bordados aun hoy en dia son recordados. Como toda ciudad extremadamente visitada el circuito turistico es fatal para comer, aun a sabiendas de esto me arriesgue a entrar en un Restaurante que ofrecia almejas en su caldo que promocionaban con carteles por todas partes y parecia ser el plato tipico de la región, por aqui dicen que solo se puede comer este fruto de mar en los meses con R y como estaba en Octubre me permiti la licencia de hacerlo, me pedi un caldero y me sirvierón una porción harto generosa de conchas negras y humeantes de vapor, adobado hierbas, cebolleta y con un toque de apio que le conferia un sabor muy especial y agradable.
Satisfecho y con el corazón contento me deje llevar por la inspiración y recorri sus calles con pintorescos almacenes, de textiles, anticuarios, recuerdos, cervezas, bares etc. en una de esas descubri una pasteleria de estilo retro atendida por un matrimonio joven de estos que quieren traer sus tradiciones agregandole un toque de moderna rusticidad y resulto una experiencia levemente agradable por la torta de manzana y sosa por su cafe.