Precio: 20€
Sobre el autor: Luis Zueco
Impresiones
En primer lugar comentar que aunque en la sinopsis pone que es una trilogía, no tiene una continuidad por lo que se pueden leer indistintos. De hecho yo no he leído el primero y no me ha supuesto un problema para ellos.
La acción ocurre en Albarracín, y aunque el hilo conductor de toda la narración es la aparición de unas extrañas muertes, una detención dudosa pero convertida en cabeza de turco por su propia responsabilidad para huir de una muerte. El trasfondo es la ocupación de Albarracín , la lucha de poderes, el cristianismo y la persecución de determinadas artes. La poca valía de la mujer, y que cuando una de ellas cultiva el cerebro ya es contraria al cristianismo y hay que ir a por ella. Se pondrá de manifiesto la superioridad de la cultura árabe, como están mucho más instruidos que los cristianos y cómo la religión ha tapado ese conocimiento, al fin y al cabo si los fieles son más incultos son más fáciles de dirigir.
Una narración histórica, con gran información de la época: nombres, fechas , acontecimientos, costumbres, trabajos... No se hacen pesados, los entreteje perfectamente con la trama por lo que a los lectores que huyan de la Historia les gustará. El misterio guiará al lector por las calles de esta ciudad.
Los personajes están muy bien caracterizados,bien llevados. Hay bastantes pero para la extensión de la narración no son excesivos por lo que no te pierdes entre nombres y tramas dado que los principales y los antagonistas son los justos. Son realmente ellos los que nos dan a conocer por medio de sus diálogos y los hechos que acontecen a su alrededor por los que conoceremos la Historia. Los personajes históricos se mezclan con los ficticios y para ello El autor ha puesto una pequeña guía al comienzo.
La narración se divide en cinco partes más un prólogo y epílogo. Con toda la historia de la ciudad comprenderemos que lo más importante para una ciudad y para el mundo son los libros porque en ellos se atesoran un montón de secretos, de conocimiento y el conocimiento siempre nos hará libres.