La ciudad omeya de Medina Azahara

Por Viajeros

Medina Azahara representa una visita obligada para todo aquel que quiera conocer el período de máximo esplendor de la historia de Córdoba.

Un poco de historia y leyenda

La tradición popular afirma que, autoproclamado Abd al-Rahman III califa en el 929 d.C., y tras ocho años de reinado, decidió edificar una ciudad palatina en honor a su favorita, Azahara. Sin embargo, recientes estudios aportan fuertes evidencias de la causa que impulsó al califa a fundar Medina Azahara. Una renovada imagen del recién creado Califato Independiente de Occidente, fuerte y poderoso, uno de los mayores reinos medievales de Europa, se acepta como el origen más probable de la nueva Medina.

Se dispone la ciudad en tres terrazas rodeadas por una muralla, situado el Alcázar real en la más superior y la intermedia. La zona más baja se reservó para viviendas y la mezquita, edificada extramuros. Las fuentes históricas apuntan a la participación de unas diez mil personas que trabajaban diariamente en su construcción. Abd al-Rahman no escatimó en materiales para lograr el efecto buscado: la insignia del poderoso reino que gobernaba. Ricos mármoles violáceos y rojos, oro y piedras preciosas, además del cuidado trabajo artesanal de los mejores canteros y las legendarias contribuciones bizatinas, ayudaron al encumbramiento del preciado proyecto.

El museo en la actualidad

La concesión del premio al Mejor Museo Europeo 2012 por parte del Consejo de Europa a su Centro de Visitantes representa el reconocimiento definitivo a la excelencia de un recinto de 8000 metros cuadrados en el que el visitante puede disfrutar de una exposición permanente sobre la ciudad de Córdoba en la época en que era capital del Califato, además de un auditorio en el que puedes ver una película en que se reproduce con total fidelidad la ciudad palatina de Medina Azahara tal y como la conocieron sus contemporáneos, una biblioteca, un aula didáctica y un área de investigación.

Fotografía: wikipedia