México cuenta con un pasado histórico importantísimo del que queda constancia a través de varios yacimientos arqueológicos de primer orden mundial de Teotihuacan, que han sido fundamentales a la hora de desvelar los orígenes de las culturas precolombinas y mesoamericanas.
Uno de estos restos de gran importancia por su vastedad y su legado artístico es la Ciudad Sagrada de Teotihuacan, situada a tan sólo 50 kilómetros de México D.F., en los municipios de Teotihuacan y San Martín de las Pirámides, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y objeto de estudio de los especialistas en cultura, arte e historia de esta época, de las más prestigiosas universidades del mundo.
Se cree que Teotihuacan fue edificada entre los siglos I y VII, aunque sus orígenes se siguen estudiando, lo que sí está claro es que fue uno de los mayores asentamientos de la época prehispánica. Se trataba de un importante núcleo político, religioso. comercial y cultural cuya área de influencia se extendía por toda la cuenca del Anáhuac. Se cree que su época de mayor esplendor fue entre los siglos III y VII, durante el llamado Periodo Clásico. En ésa época la ciudad llego a medir más de 20 kilómetros cuadrados y su población se cifraba entre los cien y doscientos mil habitantes.
Su nombre significa –“lugar donde fueron creados los dioses” y el espíritu religioso esta presente en Teotihuacan, tanto en su trazado como en los edificios de mayor relevancia, como las pirámides del Sol y la Luna y el templo de Quetzalcoatl, que están dispuestos con arreglo a un trazado geométrico y simbólico, al igual que toda la zona de monumentos arqueologicos.
Se cree que Teotihuacan fue una gran urbe, cosmopolita en la que convivían varias etnias; el hecho tras su decadencia tuvo gran importancia posterior en otras culturas prehispánicas y se han encontrado objetos pertenecientes a la Ciudad Sagrada en otros yacimientos mexicas y toltecas, además de ser una constante en la mayoría de los mitos y leyendas de estas culturas.
La Ciudad Sagrada de Teotihuacan es la zona de monumentos arqueológicos más visitada de México, superando hasta a Chichén Itzá. En la actualidad aún continúan las excavaciones e investigaciones arqueológicas.