La codicia, el intervencionismo y el atraso ya gobiernan en España

Publicado el 09 mayo 2019 por Franky
Las izquierdas marxistas, acompañadas de sus políticas de codicia, intervencionismo y atraso, ya gobiernan en España y si ocurre lo que tantas veces ha ocurrido en la Historia, nos conducirán hacia la derrota y la ruina, Mientras el mundo tiende a bajar los impuestos, España los sube. Mientras el socialismo retrocede en todo el mundo, en España avanza y gobierna. Cuando el Estado tiende a ser austero y adelgaza en todo el planeta, en España sigue engordando, sin tener en cuenta que es el mas grueso de Europa y que tiene más políticos a sueldo que Francia, Alemania e Inglaterra juntos. En el nuevo mundo de la globalización mandan los partidarios de la sociedad y de la economía libre, pero en España gobiernan los adoradores de un Estado fuerte, que quiere imponerse sobre el individuo y controlarlo. Por todas partes soplan nuevos vientos liberales, pero en España soplan vientos del pasado, marxistas y estatalistas, que otorgan más importancia a lo colectivo que a lo individual, más al Estado que a la ciudadanía. El mundo ahorra, se hace austero y apuesta por las empresas que crean empleo y riqueza, pero el gobierno español sólo crea puestos de trabajo en la administración improductiva, acosa al mundo empresarial con impuestos y burocracias insoportables y despilfarra. Los impuestos bajan por todas partes porque el mundo asume que la economía crece y la sociedad prospera cuando los ciudadanos tienen suficiente dinero en sus bolsillos, pero en España es el gobierno el que quiere tenerlo todo y apuesta de manera demencial por la codicia recaudatoria. Los ciudadanos ganan protagonismo en el mundo nuevo que avanza, pero en España es el Estado quien domina y el ciudadano es cada día más esclavo. No sé si España es el país más inteligente y avanzado del mundo o el más imbécil, pero hay demasiados datos que alimentan la teoría de que somos los campeones de la idiotez y del error contumaz. --- Las elecciones no las ha ganado la izquierda partidaria del Estado y de los impuestos abusivos, sino que las han perdido las derechas, torpes y divididas, incapacitadas para gobernar a pesar de haber obtenido más votos. Es la eterna España sorprendente, un país que siempre es "diferente" y que rema contra corriente, en sentido contrario a como lo hace el mundo, de manera absurda y surrealista.

Ya en otro momento clave de la Historia, cuando el mundo antiguo rompia las cadenas del absolutismo y se modernizaba, España remó también con fuerza contra el progreso. Fue en tiempos de Napoleón, cuando en lugar de acoger las ideas liberales de la Revolución Francesa, sintetizadas en Libertad, Igualdad y Fraternidad, los españoles, empujados por una Iglesia retrógrada y obtusa, apostaron por el absolutismo, el atraso y por el ridículo grito reaccionario de "Vivan las caenas".

Los políticos ahora vencedores, miembros de un socialismo radicalizado y sin patria capaz de gobernar en alianza con nacionalismos extremos, pro terroristas, independentistas y golpistas que odian a España, se disponen a utilizar España como un laboratorio para demostrar que la socialdemocracia, aunque este agonizando en medio mundo, puede resurgir. Y lo van a hacer utilizando a los españoles como cobayas, acribillándolos a impuestos y gobernando en contra de la voluntad popular, justo en sentido contrario a lo que desean las mayorías derrotadas, que quieren menos autonomías, menos impuestos, más castigo para los corruptos, mas democracia, más unidad nacional, más centralización y una economía liberal que devuelva protagonismo al ciudadano, aplastado por el peso del Estado.

Van a cobrar impuestos por todo y nos van a crucificar. Multiplicarán los radares en las carreteras, lanzarán a los inspectores de Hacienda contra el contribuyente como jaurías hambrientas y hasta impondrán el más injusto y vil de los tributos, el de Sucesiones y Donaciones, una especia de impuesto a la muerte denostado por una ciudadanía que a los ojos de Pedro Sánchez no vale un pimiento.

Han llegado al poder la avaricia, el intervencionismo implacable del Estado y el atraso, montados sobre la grupa del PSOE, un partido que ha perdido que ya no siente vergúenza de sus errores y pecados y que ya no tiene piedad, una ideología en declive y derrotada en casi todo el mundo, pero que en España, por arte de magia, por culpa de la brutal torpeza de la derecha y porque el pueblo disfruta siendo esclavo, se ha rehecho y ha alcanzado el poder.

Miles de expertos y las grandes empresas españolas a internacionales les advierten que van a abrir la caja de los truenos y que las empresas, ante la excesiva presión fiscal y el duro intervencionismo, van a huir, provocando recesión y retroceso en la economía, pero a ellos les da igual porque España es el país de Europa donde la ciudadanía tiene menos peso y es menos respetada por una clase política arrogante que se siente casi impune ante los abusos y delitos.

Los dos grandes partidos políticos españoles (PP y PSOE) tienen cientos de casos de corrupción haciendo cola en los tribunales de Justicia y son ya las dos organizaciones más cargadas de delitos del país, junto con la banda terrorista ETA. Han acumulado "méritos" sobrados para ser precintados y declarados ilegales, pero en España el poder supremo reside en los partidos políticos y nadie se atreve a castigar sus desmanes. En el pasado han cometido terrorismo de Estado, han alimentado el separatismo, han practicado la corrupción en todas sus vertientes, estafas y hasta han saqueado parte del sistema bancario, el de las cajas de ahorro, que eran una genuina, benéfica y creativa invención española, muy útil para prestar servicios bancarios a las clases medias y trabajadoras.

Pero ese balance sobrecogedor no ha servido, como debía haber ocurrido en una democracia avanzada, para provocar una crisis en los partidos y obligarlos a regenerarse, sino para todo lo contrario. El PSOE, que es, probablemente, junto con sus colegas del PP, el gran campeón europeo del abuso y la corrupción, acaba de ganar las elecciones, votado por un inmenso rebaño de ciudadanos sometidos y sin criterio, y se dispone a gobernar.

¡Que Dios salve a España!


Francisco Rubiales