HISTORIA
Dibujo sobre foto antigua de Enrique Reaño con la Plaza del Pan y la Colegial
Las únicas parroquias de cuya localización dentro del primer recinto murado tenemos certeza son las hoy desaparecidas de San Pedro y San Clemente, además de la parroquia de Santiago el Viejo y de esta iglesia de Santa María la Mayor que más tarde sería Colegial.
Esta iglesia y el monasterio de Guadalupe son “ monumentos capitales de nuestra historia arquitectónica” según el eminente historiador del arte Leopoldo Torres Balbás, y como veremos, con no pocos elementos comunes.Fachada de la Colegial en postal de Ruiz de Luna
Su denominación de «mayor» y su situación, en lugar tan destacado como es la plaza mayor de la ciudad, nos hace pensar en que probablemente sustituyó a la antigua mezquita principal de la época de dominación musulmana.
Ésta, a su vez, se habría asentado sobre un antiguo templo visigodo que sería heredero de alguno de los principales templos romanos de la ciudad.
Documentalmente aparecen referencias al templo en época tan inmediata a la reconquista como es el siglo XII, cuando figura esta iglesia en un escrito de donación de unas casas publicado en el Bullarium de la Orden de Santiago. En otro documento de 1204 se habla de las prerrogativas que por ser la iglesia más antigua tenía como punto de partida de las procesiones de la ciudad.
El historiador Francisco de Soto va más lejos cuando dice:
En 1211, un año antes de la batalla de las Navas de Tolosa, estuvieron en Talavera con el objetivo de conseguir soldados y medios para la lucha contra los musulmanes, el rey Alfonso VIII y el arzobispo Jiménez de Rada que admitieron la petición de la villa para que el templo de Santa María se elevara a la categoría de colegial.
Más tarde, arzobispos como el infante de Aragón D. Sancho que en 1273 dio a la Colegial la dehesa de Cabañuelas , o papas como Lucio III, Julio II, Alejandro III o Sixto IV, que le concedió el lugar de El Pedroso, beneficiaron con gracias e indulgencias a la Colegial. También se vio favorecida por reyes como Alfonso X, Alfonso XI, Juan I y Juan II que protegieron y dotaron de fincas, rentas y privilegios a este templo. El ayuntamiento por su parte rebajó el precio de la carne a sus canónigos en ocho maravedíes y les concedió los despojos de las reses que se mataran los sábados, entre otras prebendas.
Algunos de estos personajes debían tener conductas poco edificantes cuando en 1343 es comisionado por el arzobispo Gil de Albornoz nada menos que Juan Ruiz «Arcipreste de Hita» para que reprenda e intente modificar las costumbres sexuales de los canónigos talaveranos. A este hecho dedica una preciosa cántiga en su Libro del Buen Amor que reproduzco en la sección de curiosidades.
Unas décadas más tarde el Arzobispo Tenorio vuelve a fracasar en el mismo cometido cuando, habiendo ofrecido numerosas propiedades a los canónigos, entre las que destacan molinos y tierras tan productivas como la granja de Pompajuela, para que tomaran vida reglada y conventual, estos se niegan y prefieren seguir manteniéndose fuera del claustro, lo que les permitía una mucho mayor libertad e independencia económica. Las dependencias monacales fueron después destinadas a los jerónimos, hoy San Prudencio.
La ampliación del templo tuvo numerosas vicisitudes y Torrejón nos relata, por ejemplo, cómo el Deán Martín de Hinestrosa donó dos dehesas y cómo «algunos cavalleros y personas ricas hacían labrar a su costa alguna parte de la yglesia adonde ponían sus armas como las ay en las claves de la bóveda de la parte del evangelio y de la epístola para que quedase memoria de su devoçión».
Los poco estéticos «travesaños que están entre los pilares de la nave de enmedio» se pusieron en tiempo del arzobispo Jiménez de Cisneros por el peligro de derrumbe que provocaban algunos hundimientos y el desequilibrio originado por los grandes estribos exteriores. Se hicieron a costa del prelado y por eso llevan sus armas.
El edificio se acabó en tiempos del arzobispo Alonso Carrillo y fue él quien dio permiso para empeñar la plata del ajuar de la iglesia en 1467 y así poder terminar el coro. «Pero como esta yglesia se hiço a remiendos y no con tanta firmeza como requieren semejantes edifiçios siempre era necesario haçer algunos reparos en las partes más flacas». Hacia 1469 se construye el claustro, En 1475 el papa Sixto IV concedió al cabildo el lugar y dehesa del Pedroso pudiendo continuarse así las obras con los beneficios que reportaba, pero la precariedad en que se desenvolvía la construcción llevó a que en 1494 el Cardenal D. Pero Gonçalez de Mendoça concediera a la Colegial las dos sinagogas talaveranas abandonadas tras la expulsión de los judíos que ordenaron los Reyes Católicos. Con los beneficios de la venta de ambos edificios, uno de ellos junto a la iglesia de San Pedro y otro próximo al palacio de los Duque de Estrada, se pudo acometer la terminación de las bóvedas de la nave central y por esta circunstancia llevan las armas del Cardenal Mendoza. Además, el propio cardenal dejó a su muerte quinientos ducados como renta para gastos de fábrica de la Colegial.
El arzobispo Gutierre Álvarez de Toledo «murió estando en esta villa de Talavera a quien estava muy aficionado» y fue voluntad suya ser enterrado en la Capilla mayor de esta iglesia para lo que dejó dicho a su hermano el conde de Alba de Tormes que a su muerte dotara de alguna renta a esa capilla pero, aunque los canónigos acudieron a negociar con él «como no cumpliera ninguna cosa y ubiesen pasado quarenta y dos años» en 1482 determinaron desocupar la capilla para dársela a otra persona que diese alguna renta para la iglesia y así, sacaron el ataúd con su ajuar de plata trasladándose después el cuerpo al monasterio jerónimo de San Leonardo en Alba de Tormes. Quedó por ello vacía la capilla mayor para que en 1485 el deán se la diera en propiedad al señor de Mejorada, Cervera y Cebolla, don Juan de Ayala, Aposentador Mayor del Rey que hizo decorar el retablo con una pintura de la virgen que tenía el rostro de su propia hija. Más tarde también se enterraron aquí algunos de sus descendientes.
En tiempos del cardenal Quiroga se suprimieron dos plazas de canónigos y se crearon ocho de racioneros. A comienzos del siglo XVIII se añadieron los cuerpos superiores de la torre en la época del cardenal Portocarrero y se labró la sacristía nueva con bóveda de cañón decorada de yeserías y costeada con la herencia del deán Baltasar Hidalgo de Cisneros. También a finales de este siglo, durante el pontificado del cardenal Lorenzana, se hicieron numerosas restauraciones como el pavimentado de mármoles. Los franceses saquearon el templo en la Guerra de la Independencia y en 1846 un incendio dañó gravemente muchos de los cuadros, vidrieras y enseres destruyendo además los dos órganos y la sillería de nogal del coro. En el año 1851 la iglesia de Santa María pierde con motivo del Concordato su condición de colegial volviendo a convertirse en la iglesia Mayor de Talavera.
AGOSTO 28, 2017 MIGUELMENDEZhttp://lamejortierradecastilla.com/la-colegial-historia-y-fotos-antiguas/&version;
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