Hace ya algún tiempo que hablé de esta colonia agrícola semiabandonada, la cual descubrí por casualidad cuando decidí colarme en el viejo caserón de los Giles. En esta ocasión me gustaría contar algo acerca de la histórica colonia y aprovechar para dejaros algunas fotografías, que tomé el pasado verano, de los ruinosos edificios decimonónicos que allí pueden encontrarse.
La Colonia de Santa Eulalia se encuentra entre las localidades de Sax y Villena, en el interior de Alicante. Fue edificada de nueva planta a finales del siglo XIX, en base a la ley de colonias agrícolas de 1868, que buscaba fomentar el cultivo de grandes extensiones de tierra deshabitadas, dentro del marco del socialismo utópico, y tomando como modelo las colonias textiles existentes en Cataluña.
Don Antonio Padua Saavedra, Conde de Alcudia, puso el terreno: unas 138 hectáreas de tierras fértiles, situadas en la ribera del Vinalopó, en el lugar donde el río alcanza su máximo caudal; y Don Mariano Bertodano y Roncali puso el dinero necesario para la construcción de la colonia, dinero que consiguió tras el casamiento con la hija de un indiano, que más tarde le abandonaría por el Conde de Alcudia.
La colonia, autosuficiente, tenía como fin el cultivo, recolección y elaboración de productos agrícolas y para ello contaba con una fábrica de harinas, una fábrica de alcoholes, almazaras, bodegas, lagares y almacenes varios. Tal debió ser su importancia entre los años 1887, en que fue declarada Colonia Agrícola de Primera Clase, y 1925, que la colonia llegó a contar con una estación de ferrocarril, hoy desaparecida, un teatro, un casinete, una hospedería, una administración de Correos y Telégrafos, numerosas viviendas y hasta un palacio para los condes.
El Palacio de los Condes, de estilo modernista, se comenzó a construir en 1898. Destaca en la fachada principal, sobre un frontón semicircular, un relieve alegórico de Agricultura e Industria.
En el centro de la colonia se encuentra el que quizás sea el edificio más emblemático de Santa Eulalia, la fábrica de alcoholes "La Unión" y la bodega anexa, que destaca por su verticalidad y cuya chimenea cuadrangular puede verse desde cualquier punto de la colonia. En ella se destiló el coñac Santa Eulalia hasta 1936.
En uno de los laterales de la Plaza de San Antonio, rodeada principalmente por viviendas, se encuentra la fábrica de harinas "El Carmen", un enorme edificio de tres plantas, en cuya fachada principal destaca la línea recta y el contraste producido por el blanco del encalado y el rojo intenso del ladrillo cara vista.
Muy cerca de allí se encuentra el pequeño Teatro Cervantes. A través de los muros derruidos de lo que fuera el escenario puede verse la austera decoración del interior, compuesta principalmente por frescos con retratos de célebres personajes de la dramaturgia y escenas cotidianas de la colonia.
Como puede apreciarse en las fotografías los edificios de la Colonia de Santa Eulalia se encuentran en un estado bastante lamentable y, o las localidades de Sax y de Villena, la diputación provincial de Alicante y la Generalitat Valenciana arriman el hombro y se hacen cargo de su restauración, o estos edificios, de indudable valor histórico y arquitectónico, terminarán desmoronándose irremediablemente.