Traducción: Dulce Fernández AnguitaAño: 2014ISBN: 978-84-2041-719-6Nº de páginas: 416Me llamó mucho la atención la sinopsis de La comadrona de Katja Kettu cuando la vi entre las novedades de la editorial Alfaguara y, tras leer la reseña que publicó María, no me quedó ninguna duda de que tenía que leer esta novela. Una vez finalizada no tengo muy clara mi posición respecto a ella, no puedo decir que me haya entusiasmado pero tampoco me ha disgustado; lo que sí tengo claro es que es un libro que no deja indiferente al lector."La comadrona" nos traslada hasta Laponia durante la Segunda Guerra Mundial, situándonos concretamente en los meses previos al comienzo de las hostilidades entre Finlandia y la Alemania nazi, y extendiéndose hasta los primeros meses de los enfrentamientos que se conocen como la Guerra de Laponia. En este contexto encontramos a Ojo Salvaje, una comadrona residente en la zona de Parkkina, donde conoce a Johann Angelhurst, un oficial de las SS que, tras resultar herido en la guerra de Ucrania, sufre graves secuelas psicológicas y que ha sido destinado aquí con la labor de familiarizarse con las gentes del lugar y escribir artículos sobre la colaboración con los finlandeses. Ojo Salvaje ha sufrido el desprecio de la sociedad que la rodea desde niña, por lo que cuando Johannes la descubra y muestre interés hacia ella, se desatarán una serie de intensos sentimientos hacia él que la llevarán a seguirle hasta el campo de prisioneros al que ha sido trasladado, superando obstáculos y barreras gracias a la fuerza del amor que siente. Como os decía, La comadrona ha sido un libro que no ha cumplido con mis expectativas y aunque no puedo afirmar que no me haya gustado, lo cierto es que tampoco he disfrutado totalmente con su lectura y se me ha hecho un tanto pesado. Creo que el principal motivo de que esto haya sido así es la forma de escribir de Katja Kettu, con la que no he logrado conectar, junto a los diálogos, determinadas palabras y nombres de personas y lugares difíciles de pronunciar y que han ralentizado la lectura.
Katja Kettu © Pertti Nisonen
La comadrona está dividido en seis partes que a su vez están compuestas por diversos capítulos. El título de estos sirve de guía para el lector, pues corresponde a la ubicación y fecha, además de señalar algunos de ellos quien es el narrador. Y es que la estructura de La comadrona da lugar a una especie de puzzle, pues la historia no sigue un desarrollo lineal sino que los capítulos van alternando entre dos hilos temporales que a su vez alternan entre dos narradores, a lo que hay que sumar algunos que recogen las anotaciones del que sería el hombre muerto. Esto provoca que sea un libro que requiere atención ya que son únicamente unos meses los que separan una historia de la otra, resultando una lectura pausada y en mi caso creo que no escogí el mejor momento para enfrentarme a ella, pues no contaba con la concentración que creo que es necesaria para disfrutar de esta historia.Katja Kettu posee un estilo narrativo muy personal y definido que es uno de los aspectos que más llama la atención cuando comienzas a leer. Destaca por el uso de una prosa directa, desnuda y cruda que sacude al lector y en la que queda reflejada a la perfección la personalidad de su narradora, pues los capítulos en su mayor parte están relatados en primera persona por Ojo Salvaje, una mujer sin educación que hace gala de un vocabulario ordinario y tosco. No obstante, no todos los capítulos están narrados por ella pues en algunos la autora cambia de perspectiva cediendo el testigo a Johannes o al hombre muerto, aunque conservando en todo caso la primera persona. Independientemente de que guste más o menos al lector, hay que reconocer que el estilo de Katja Kettu es brillante tanto en la narrativa como en los diálogos, en los que mantiene la forma de hablar de las gentes del lugar ("Es que no pienso apañar na. El campo ese no es pa gente”).La novela de Katja Kettu cuenta con una protagonista que resulta difícil de olvidar dada su personalidad ruda y salvaje. Ella misma comienza presentándose en el primer capítulo como una pobre partera sin educación, insignificante y de alma burda, a quien la guerra le ha enseñado durante los últimos meses todo lo que sabe. Siendo la narración en primera persona nos ofrece la posibilidad de acceder a su mente, conocer de primera mano sus sentimientos y los motivos por los que actúa de una forma determinada en cada momento, y aunque debería facilitar que conectásemos mejor con ella, en mi caso no ha sido así, no ha conseguido transmitirme sus emociones a pesar de que algunas de las situaciones que vive resultan desgarradoras y traumáticas. Lo que más sobresale en su carácter es la intensidad de sus sentimientos, el amor y la pasión que la mueven a actuar y a luchar incansablemente para mantenerse al lado de su amado, sin importarle ni cuestionarse nada de lo que sucede a su alrededor.Junto a Ojo Salvaje, el otro gran protagonista es Johannes, un atractivo oficial de las SS que ha olvidado la traumática experiencia vivida en Ucrania, donde fue herido. A raíz de esta ha sido trasladado a Finlandia, donde ahora es feliz y donde conocerá a la comadrona, una mujer que despertará su interés desde un primer momento y que poco a poco se irá ganando su admiración, hasta que se de cuenta de que no puede estar sin ella.Como telón de fondo a esta historia de amor nos encontramos una vez más con los horrores vividos durante la Segunda Guerra Mundial. En este caso nos situamos en Finlandia, en unos meses que van a suponer grandes cambios cuyas consecuencias sufrirá la población. En un segundo plano observamos la situación que se vive en los campos de prisioneros, las violaciones y los experimentos que se llevan a cabo, que aunque no aparecen detallados, se intuyen. No hay concesiones por parte de la autora a la hora de plasmar la crueldad de la guerra, las brutalidades cometidas y los horrores vividos, lo que hace que la lectura de "La comadrona" resulte dura y estremecedora. En las páginas finales se incluye una cronología que recoge los principales acontecimientos históricos que tuvieron lugar entre junio de 1944 y mayo de 1945, un apunte que nos ayudará a completar la historia expuesta en las páginas anteriores. En mi caso no tenía nociones previas sobre estos hechos por lo que me ha resultado como siempre interesante e instructivo, aunque creo que me habría venido bien conocer un poco más esta parte histórica para seguir mejor la novela, por lo que puede resultar interesante leer la cronología antes de comenzar el libro.La comadrona ha sido una lectura difícil tanto por los sucesos que recoge como por el propio libro en sí, por lo que no me atrevería a recomendarla abiertamente. No obstante, si os ha resultado llamativo lo que he señalado hasta aquí, os invito a darle una oportunidad a esta atípica historia de amor, es una lectura impactante que creo que no os dejará indiferentes y solo por eso merece la pena descubrirla.Si te ha gustado mi reseña, puedes comprar La comadrona a través de los siguientes enlaces:Gracias a la editorial por facilitarme el ejemplar para su reseña------------------------ . Recuerda que tus visitas y comentarios en el blog son importantes para ayudarlo a crecer y mejorar