La comarca.vega del Guadalquivir

Por Latorre

La Mancomunidad de Municipios ”Vega del Guadalquivir” se extiende a lo largo del curso del río que le da nombre, de Centro a Oeste de la provincia de Córdoba. Está formada por los municipios de Almodóvar del Río, La Carlota, Fuente Palmera, Guadalcázar, Hornachuelos, Palma del Río, Posadas y La Victoria.

Sus tierras están dedicadas principalmente al cultivo del algodón, el maíz, el trigo, la cebada, el girasol, el espárrago y los cítricos. La ganadería, al igual que el sector servicios, es otro de los puntales fuertes de su economía.

La diversidad de climas y paisajes, hace que nuestra comarca sea un lugar singularmente atractivo, ya que en una extensión de sólo 1.683’59 km2, lo que supone un 12’27% del territorio provincial total, podemos encontrar paisajes de campiña, vega y sierra.

La Campiña, una de las zonas agrícolas más próspera, transcurre a través de los municipios de La Carlota, Guadalcázar y La Victoria, donde los suelos son ligeramente ondulados y los cultivos de regadío van conformando el paisaje. La Vega, con unas condiciones excepcionales para la agricultura, se sitúa a lo largo de ambos márgenes del río, que da nombre a nuestra Mancomunidad, discurriendo a lo largo y ancho de los municipios de Almodóvar del Río, Posadas, Fuente Palmera, sur de Hornachuelos y Palma del Río.

La Sierra acoge uno de los paisajes más abruptos y bellos de nuestra provincia: el Parque Natural Sierra de Hornachuelos. Este Parque Natural se extiende desde el municipio de Hornachuelos, hasta el de Almodóvar del Río, pasando por el de Posadas.

Este territorio posee una belleza incomparable y una riqueza cinegética muy apreciada, tanto por los amantes de la caza mayor, como por los de la caza menor.

Los geógrafos llaman Depresión del Guadalquivir a la franja surcada por el río, cuyo curso medio articula esta comarca. Se trata de un territorio limitado al norte por el borde meridional de Sierra Morena, mientras que hacia el sur se diluye en la Campiña, entre terrazas y llanuras aluviales. Este curso medio del río dibuja grandes meandros, sobre todo en la zona oriental, y presenta un suave perfil descendente, como revela la diferencia de altitud entre el primer pueblo (Villa del Río, 168 m.) y el último (Palma del Río, 54 m.) del tramo cordobés. Recibe el Guadalquivir por la derecha los afluentes Yeguas, Guadalmellato, Guadiato, Bembézar y Retortillo, mientras que por su izquierda desembocan el Guadajoz y el Genil. Coincidiendo con este eje fluvial ha surgido una buena red de comunicaciones, con línea de ferrocarril y carreteras: la zona oriental está comunicada por la N-IV, últimamente desdoblada en autovía, mientras que por la occidental discurre la N-431.

La vegetación es mediterránea, con especies esclerófilas de hojas verdes todo el año (encinas y alcornoques), se puede disfrutar de actividades tan diversas como el senderismo y la caza en el Parque Natural de Hornachuelos, el motocross en Almodóvar del Río, el aeromodelismo en Palma del Río, las rutas a caballo por las aldeas de Fuente Palmera y el descenso del Guadalquivir desde Córdoba hasta Palma del Río.

Un bosque en galería con tramos bien conservados protege el curso del río y proporciona refugio natural a numerosas especies de avecillas. Alamos, sauces, olmos y alisos, entremezclados con zarzas, tarajes, adelfas, carrizos y otros arbustos, acogen ruiseñores, carriceros, fringílidos, avejarucos, aviones y otras muchas especies de aves menores, sin descartar la presencia en enclaves propicios de especies acuáticas, como patos, gaviotas, fochas, garzas y cigüeñas.

La fértil Vega surcada por el Guadalquivir tiene una marcada vocación agraria, potenciada por unos riegos que transforman el paisaje y multiplican la producción de maíz, remolacha, algodón, hortalizas y frutales, a los que últimamente se han sumado en la Vega occidental el espárrago y el tabaco; estos cultivos, y los tradicionales de secano, como cereal y olivar, favorecen el desarrollo de industrias de transformación, como almazaras, azucareras, algodoneras, conserveras y de pastas, que alternan con otras de origen ganadero, como lecheras y chacineras, y de muebles. Los pastos y la producción forrajera sostienen la cabaña lechera y algunas ganaderías de toros bravos.