La compañía española Aceites Malagón pone en marcha una planta piloto que ha demostrado un aumento en la producción de aceite de oliva

Por Manuela
Oilpulse es un proyecto financiado por la Unión Europea y desarrollado por  la oficina española de Ateknea Solutions, con la colaboración de Aceites Malagón  y otros 3 socios, la Universidad Técnica de Berlín, D’Addato Agroalimentare, y el fabricante de maquinaria oleícola Hakki Usta .   Consiste en aplicar descargas eléctricas a las aceitunas de manera que las células de la oliva que contienen el aceite se rompan, simplificando la extracción de aceite y aumentado la producción del mismo.
El proyecto Oilpulse nace con el objetivo de hacer más competitivo un sector en el que se están incorporando nuevos mercados.  Aunque la fase de investigación y desarrollo del proyecto ha concluido, la planta piloto de Aceites Malagón continúa trabajando en la obtención de datos en base a diferentes cosechas para avalar la rentabilidad del proyecto antes de su comercialización. 
Al significativo aumento de la producción se suman otras ventajas para el productor que convierten a Oilpulse en una inversión de éxito.  En primer lugar, con esta tecnología se obtiene un aceite de mayor calidad dado que permite transformar las olivas a temperaturas más bajas (es el llamado “prensado en frío”).  De esta forma no sólo se generan menos desechos, sino que el aceite que se obtiene es más rico en fitonutrientes y alarga la vida útil del producto final.  Además, como consecuencia de esta reducción de la temperatura en el proceso de transformación, el ahorro energético para las compañías olivareras es muy significativo, contribuyendo, una vez más, a su competitividad.