"La Comunicación Ocular"

Por Monynu7

Lo que Decimos con los Ojos



La Comunicación Ocular


La foto de esta chica ha dado la vuelta al mundo, por National Geographic. Una mirada peculiar, una de las mejores fotos que se han sacado en la historia.
¿Por qué el tabú de la mirada fija?
Puede explicarse como parte de la herencia biológica. Lo que si es demostrado por pruebas científicas es que la respuesta humana a la mirada es innata.
Sin embargo hay otra explicación posible. El lugar hacia donde mira una persona indica cuál es el objetivo de su atención. Cuando un hombre (o animal) mira fijamente a otro, indica que su atención está concentrada en él, pero no da señales de cuáles sean sus intenciones, lo que es suficiente para ponernos nerviosos. Esto podría explicar también porque algunas personas se sienten tan incómodas frente a un ciego. Su comportamiento ocular proporciona escasos indicios sobre sus intenciones. De alguna manera el sentido ocular nos hace sentir vivamente abiertos, expuestos y vulnerables. Tal vez sea esa una de las razones que induce a la gente a hacer el amor a oscuras evitando la clase de contacto -el ocular- que más tiende a profundizar la intimidad sexual. Cuando dos personas se miran mutuamente, comparten el conocimiento de que les agrada estar juntos o de que ambos están enojados, o sexualmente excitados. Cuando hay un encuentro con la mirada, entre ambas personas podemos saber con certeza cuál es su estado de ánimo y esta persona sabe que lo han identificado .Cuando los ojos se encuentran se nota una clase especial de entendimiento, de ser humano a ser humano.Si nosotros logramos con la mirada que nos consideren como a otro ser humano, tenemos más posibilidades de ser tratados como tal.

La forma de mirar en lugares públicos varía también de un país a otro: contaba un amigo que en Tel Avi fue inquietante, la gente no solo lo miraba fijamente, si no de arriba abajo. El se preguntaba continuamente si no iría despeinado, o con el pantalón desabrochado. Finalmente se enteró que los israelíes no consideran nada extraño mirar fijamente a una persona por la calle. En Francia se admite que un hombre puede mirar  descaradamente a una mujer en público. Algunas francesas se quejan de sentirse incómodas en las calles de Norteamérica, como si repentinamente fueran invisibles.Los Norteaméricanos piensan que mirar fijo en público es una intromisión en la intimidad, y ser sorprendidos en esta actitud es embarazoso. La mayoría de las personas se enfrentan con el problema de no saber hacia dónde mirar cuando comparten con otra un espacio pequeño, como el ascensor. Por otra parte cuando uno debe reunirse con otra persona a la que no se conoce en un lugar público, el tabú de la mirada fija debe facilitar el medio de descubrirla: seguramente será el que viola la regla con una mirada directa e interrogante. Los homosexuales dicen que con frecuencia pueden localizar a otro homosexual en un lugar público simplemente porque éste le sostiene la mirada, y lo mismo afirman los drogadictos.

El comportamiento ocular es tal vez la forma más sutil del lenguaje corporal.


Así como los movimientos oculares pueden transmitir actitudes y sentimientos, también expresan la personalidad. Aquellos que por naturaleza son más afectuosos suelen mirar mucho.La intuición sumará muchos pequeños mensajes no verbales que permitirán obtener una conclusión, o por lo menos una idea. Pero hecho esto, es probable que el elemento del que se ha sido más consciente, después de la expresión facial, sea el comportamiento ocular.

La Comunicación Ocular


En la comunicación ocular, las señales visuales cambian de significado de acuerdo con el contexto. Existe una gran diferencia entre recibir una prolongada mirada cuando uno está hablando, en este caso puede ser halagador, o percibir la misma mirada en alguien que nos habla. Para el que escucha, recibir una mirada fija y prolongada resulta inesperado e incómodo. Más aún durante un silencio amistoso la mirada fija suele ser declaradamente perturbadora. De hecho la persona que habla puede tratar de controlar el comportamiento del que escucha mediante movimientos oculares: impedir una interrupción evitando mirar a la otra persona, o animarla a responder mirandola con frecuencia.
Parece ser que el comportamiento ocular no se reduce a compartir y usar un mismo código. Los movimientos oculares de cada individuo están influidos por su personalidad, por la situación en que se encuentran, por su actitud hacia las personas que lo acompañan y por la importancia dentro del grupo que conversa. También es cierto que los hombres y mujeres emplean la mirada de manera totalmente diferente.
En la comunicación ocular también cuantan las expresiones faciales; la proximidad, el contacto físico si existe lo que se dice. Pero a la mayoría de nosotros nos resulta más fácil decir con el cuerpo, y especialmente con los ojos, que con palabras. 
Este tema para mi es fascinante, en si el comportamiento humano es   plenamente fascinante, más adelante en mis siguientes temas, trataré de comunicación no verbal por medio de los movimientos corporales,  me quedo con vosotros.

Redondo de Ternera al Horno



Ingredientes

  • Un redondo de 1 kg.
  • 100 grs. de mantequilla 
  • 2 cucharadas de miel
  • 1 rama de canela
  • 12 clavos de olor
  • 1 copa de vino de jerez
  • Sal al gusto  

Preparación:
1.- Se ata el redondo para que no pierda su forma, se clavan por la superficie los clavos de olor y se sazona ligeramente. Se coloca en una fuente de hornear, previamente untada con mantequilla para que no se pegue, se unta el redondo con la miel y se esparce por encima la rama de canela troceada.
2.- En un cazo al fuego se derriten 50 grs. de mantequilla junto con el jerez y se rocía por encima del redondo.
3.- A continuación, se introduce la fuente en el horno a temperatura fuerte durante media hora. Se baja la temperatura a moderada y se continúa asando durante una ó una hora y media más. Durante el tiempo de horneado, se rocía de vez en cuando con la salsa. Se puede servir como guarnición con tomates asados o patatas fritas o cocidas, según el gusto.