La condesa se confiesa (Las memorias de Mayte Maldonado) según se las contó a Luis R. González Argüeso

Por Joseantoniobenito

La condesa se confiesa (Las memorias de Mayte Maldonado) según se las contó a Luis R. González Argüeso, Editores Argüeso y Garzón, 2015, 317 pp.

¡Lo mejor está por venir! Nunca imaginé que mi pueblo -la villa de Rollán (Salamanca)- diese para tanto. Comienzo por los curas; uno revolucionario y yeyé -Arturín- párroco en Doñinos, que en sus años de estudiante tuvo en jaque a la policía y a las autoridades de la Ponti; el mártir, Pepito, José Luis García Cuadrado, asesinado en Campanario a los 28 años por no renunciar a su fe; Juan Sahagún Lucas, catedrático de teología en la Facultad de Burgos; Amado Mateos, ejemplar párroco de Las Veguillas y capellán del Cristo de Cabrera…Pongo puntos suspensivos para otra ocasión y comenzar de una vez con lo que acabo de conocer ¡y de primera mano! pues he tenido la gracia de su llamada telefónica desde Puerto Rico y generosamente he recibido sus dos libros. Sí, Mayte Maldonado (María Teresa Hernández Ballesteros), autora de "Apocalipsis 2021" y "La condesa se confiesa"; del último, les comparto un comentario .

Debo confesar, pues de confesiones habla el libro, que me lo he leído de un tirón y me ha hecho recordar las confesiones de san Agustín, las del libro de la vida de Santa Teresa  de Jesús y las de Teresita (Historia de un alma, quien redujo su vida a tres verbos: Amar, sufrir, siempre sonreír). Me ha impactado la transparencia y veracidad del relato, eso sí sin herir a nadie sino salvando lo salvable, tratándolo siempre con misericordia.

Comienza con una dedicatoria entrañable a "mi hijo, mi nuera y a mis tres nietecitos que son la alegría  de mi vida y a mi madre Teresa, q.e.p.d"  (p.7). Le sigue la página de agradecimientos comenzando por "mi amado Señor Jesucristo", luego "toda la galería de maestros que han pasado por mi vida" y su colaborador y escritor Luis González Argüeso a quien ha confiado sus memorias en extensas grabaciones que transcribió y redactó "con maestría y finos toques de poesía" p.8 y quien nos da cuenta del proceso (p.10)…

En la "nota aclaratoria" nos indica que su objetivo ha sido compartir sus experiencias, huyendo de la vanidad y la pereza, como ejercicio de "crecimiento y aprendizaje" p.9.

La primera parte lleva por título "Me busqué a mí misma y encontré a Dios" se compone de 8 capítulos, sangre en el alma (su infancia en Salamanca), me voy a Madrid, Panamá, Chile, coqueteando con las altas esferas del poder, Emmet Nicolai, por mi hijo, Puerto Rico.

Aunque ha adoptado el nombre de Mayte y el apellido de su último marido Maldonado, lo oficial es María Teresa -tal como la bautizaron- y Hernández Ballesteros -apellidos de su madre- pues no conoció a su padre, supuestamente el Conde de Villalbí (p.91), quien la abandonó al igual que a su madre. Presa del bulling (la llamaban "la bastarda"), medio escondida, vivió en la más absoluta de las miserias, entre Rollán y Vega de Tirados, y creció ayudando a su madre a dar a luz y a criar a sus nueve hermanastros que tuvo con Luis, un albañil medio borrachín, quien la ignoró por completo .

Pero, como en el cuento de Cenicienta, nuestra protagonista, con la edad sufrió una metamorfosis gracias a su encanto físico que la hizo pasar de ser repudiada a ser codiciada por los varones.  Trabajó en Salamanca como camarera en el Hernán Cortés y en el mítico California, en el callejón de la calle Toro junto a la Plaza, dando muy pronto el salto a Madrid. Allí trabajó en la cafetería que los dueños del California tenían con el mismo nombre en la capital, parada de hombres famosos. De allí pasó al Morocco donde se lanza como vedette, adopta el nombre de Mayte del Mar, con tanta fortuna que a los 22 años saltó el Atlántico hasta Panamá, actuando también en Chile, Perú, México, Estados Unidos.

Mayte nos cuenta sus amoríos, como con el propio infante Alfonso de Borbón, sin ahorrar abortos ni divorcios. Seis veces terminó en matrimonio, aunque tres de ellas con el mismo hombre, y de todos tomó los apellidos, Sebastián Sandoval, Emmet Nicolai (de quien tuvo su único hijo, Juan Carlos) , Tony del Castillo y, el actual por su último esposo, el periodista puertorriqueño nacido en Nueva York, Alex Maldonado. Fuera de ellos, infinidad de parejas, algunas de ellas muy conocidas.

Sorprende que aquella niña repudiada apenas conocida en el pueblo salmantino de Rollán termine siendo la reina de la canción española en Hispanoamérica, una vedette impactante en su tiempo, además de acabar amasando una impresionante fortuna y siendo una empresaria de primer nivel mundial. Sin apenas instrucción pues no era bien vista en la escuela, autodidacta cien por cien, una belleza natural evidente, fuerza de voluntad a prueba de balas, ambición colosal y una inteligencia emocional por encima de la media.

Mayte nos relata con pelos y señales, que ha dado varias veces la vuelta al mundo, hospedándose o vivido en espléndidas casas de La Moraleja madrileña, Miraflores de Lima, Río de Janeiro, Ciudad de México, Santiago de Chile, Bogotá, Las Vegas, Nueva York, Panamá (donde contó con la amistad del Presidente Omar Torrijos) y desde hace más de treinta años en San Juan de Puerto Rico, en una casa nominada por ella como "El mausoleo".

Durante su relación con el panameño Gilberto Arias, Mayte recorrió el mundo y las mansiones del Aga Khan en Cerdeña, de Onassis en la isla griega de Escorpio o el palacio londinense del príncipe Carlos.

La segunda se titula "Busqué a Dios y me encontré a mí misma" con otros ocho capítulos: Morir para poder vivir, sanación en Bagua, recaudar fondos para la Iglesia, cenas de gala, otro milagro en la Clínica Mayo, la fe que mueve montañas, misión (cumplida, fallida y soñada), visión de la iglesia futura.

Toda aquella vida de trabajo, lujo, ambición y desenfreno, narrada en la primera parte se frenó el 5 de febrero de 1991, cuando le diagnosticaron cáncer de mama. Intervenida en la prestigiosa clínica Mayo de Minnesota, le extirparon los dos pechos en una exitosa operación. Ahí es cuando sufre un tremendo proceso de conversión espiritual después de ver la imagen de Jesús de Nazaret.

"Me acostaron otra vez en la cama, pero yo ya era otra persona. Sentía en mi interior que era una persona nueva, totalmente cambiada, invadida y poseída de una quietud interna y un gozo que jamás había experimentado. No queda rastro en í de la amargura y la mala sangre que siempre me había envenenado el alma. Miraba el crucifijo que colgaba de la pared y se me inundaron los ojos de lágrimas. Gracias, Jesús, gracias, -murmuraba suavemente- porque puedo sentir tu mano en este momento. Todavía siento esa mano mientras relato estas memorias y solo puedo decir gracias, gracias, gracias " p. 208

Desde ese momento decide centrar todos sus esfuerzos, celibato incluido, en seguir la estela de Jesucristo, en la Iglesia Católica. Y, a través de su fundación Jesús de Nazaret, hasta ahora. 

Me ha encantado leer en el epílogo: "Ya yo sé, por fin, quién soy, de dónde he venido y hacia dónde voy y con Quién" p.316. Me hace recordar la respuesta de don Quijote ante un labriego que intentaba cortar sus sueños y ponerle con los pies en el suelo: —Yo sé quién soy —, y sé que puedo ser, no solo los que he dicho, sino todos los Doce Pares de Francia, y aun todos los nueve de la Fama".  Claro que Mayte sabe que es un milagro del Señor, el Amor de su vida, y a Él se debe en todo y en todos. "Ya que no había entrado de monja como fue una vez mi manera deseada de servirle, pues ahora quería ser  "La Recaudadora más Grande del Mundo" para levantar fondos para la construcción del más maravilloso Santuario dedicado a la Madre de la Divina Providencia" p.249. Obstáculos y cruces no le han faltado, pero ella sigue impertérrita en darle lo mejor como concretará más adelante en su nuevo libro "Apocalipsis 2021", poniéndose en primera línea con el sueño del Papa Francisco de una iglesia en salida y un nuevo orden mundial que ponga a Cristo en el centro y su mandato de amor al prójimo como divisa.