La condición humana, siguiendo las huellas de Andres Malraux

Publicado el 26 octubre 2011 por Romanas



 “Anónimo dijo...No veo la necesidad de meter en este comentario a Meskalis, pero en fin parece que usted es el primero que suelta una pulla y despues se queja de que le suelten lo que le tengan que soltar.Por cierto del blog del "señor" Saco no se fue usted por motivos de diferencias políticas sino porque le banearon, no entiendo que ahora y no cuando estaba allí dijese a ese señor lo que tuviese que decirle. Tuvo tiempo suficiente antes de que le banearan.Parece que hay algunos lectores que están interesados en sus artículos y otros sólo en su guerra con los "sáquidas". Mis respetos por los primeros y disculpas por entrar en estos temas ajenos a ustedes.26 de octubre de 2011 17:40".Lo que les pierde a todos vdes., los sáquicos, es su falta de coherencia y la temeridad, se atreven a hablar de todo sin tener el suficiente conocimiento de causa.Me reprocha v. que traiga a colación a Meskalis en un post que trata de algo que él, Iñaki Zumake y yo, debatimos amplísimamente en este blog de "arcángeles", hace ya algún tiempo, la verdadera condición humana, el concepto que cada uno de nosotros teníamos del hombre.Ellos sostenían que el hombre es un ser admisible, no con esta misma palabra, porque yo, ahora, como casi siempre, cito de memoria, pero el fondo era ése, ellos, ambos, creían firmemente en la condición habilitable del hombre,pensaban, entonces, no sé si ahora lo seguirán haciendo que al hombre se le puede salvar desde el punto de vista ético.Yo no sólo creía entonces que no sino que, cada día que pasa, tengo peor concepto del animal humano, ya que voy comprobando que, parafraseando aquella inolvidable sentencia del clásico “homo sum et nihil humanum a me alienum puto”,  soy hombre y considero que nada humano me es ajeno, veo que no hay nada criminal, canallesco e inhumano que no seamos capaces de hacer y no sólo como individuos sino como colectividades que se dicen a sí mismas civilizadas.Como consecuencia de mi avanzada edad y de ese proceso degenerativo tipo alzheimer que me diagnosticó mi neurólogo, cada día tengo peor memoria, ahora mismo sólo puedo citar para demostrar lo que digo, esa inmensa canallada que acaba de completar ese inmundo engendro que se denomina la Organización de Naciones Unidas (Onu), creación que fue de los vencedores de la última guerra mundial, ellos dicen que para evitar contiendas futuras pero, en realidad, como vemos, sólo era para iniciar y concluir verdaderas guerras de exterminio bajo el manto protector de una legalidad que la mayor parte de las veces ampara una suprema injusticia.A Gadafi no lo han derrotado los insurgentes que, ahora, acaban de asesinarlo como a uno de esos animales que martirizan y sacrifican colectivamente en muchos de nuestros pueblos, lo han hecho las flotas aéreas de la Otan y de los usa, los ingleses, los franceses, los italianos e incluso nosotros que casi no tenemos aviones.Por eso yo anuncié aquí, en marzo, en otro de estos post que era hombre muerto, porque era absolutamente imposible que escapara a una sentencia de muerte dictada ni más ni menos que por la Naciones Unidas a instancia del Emperador. Por ello, todas sus fuerzas militares fueron barridas por sucesivas oleadas de aviones supersónicos que tenían sus bases de aprovisionamiento en los portaviones nodriza amarrados casi a las puertas de Trípoli.Quiero recordar insistentemente que lo que la Onu aprobó, porque no podía aprobar otra cosa, era la supresión de las defensas aereas de Gadafi para que éste no pudiera utilizarlas contra lo que los aliados llamaban “su pueblo” y que, según las malas lenguas, no eran sino mercenarios pagados e infiltrados por las potencias petrolíferas, porque éste, el petroleo, era el motivo real de esta más que guerra, auténtica carnicería perpetrada por los mejores aviones de combate del mundo contra caravanas que en plena descubierta se desplazaban por los ardientes desiertos.Quien ha enviado a masacrar a un pueblo, violando fragrantemente el principio de no injerencia en los asuntos internos de un país a la fuerza aerea más potente que nunca se haya conocido, ha sido precisamente la institución internacional que tiene como principal misión evitar las guerras injustas y los genocidios, la mismísima Onu, ¿cómo se atreve nadie a decir que un mundo como éste, habitado y dirigido por hombres como los que se  sientan en los butacones de los consejos de la Onu, está bien hecho porque se halla dirigido por unos hombres en los que ustedes dicen que creen como portadores de valores éticos?No, señores, no, el hombre no sé si nació muerto ya desde el propio vientre que lo alumbró en  la evolución de las especies pero si no fue así, la vida que él mismo se ha dado, los falsos principios que él mismo ha establecido, las sociedades que él mismo ha fundado, la leyes que él mismo ha promulgado le han llevado adonde ahora mismo  se halla como impulsor de una sociedad que quebranta todos los principios éticos del mundo, pero, eso sí, proclamando a los cuatro vientos que lo hace por el bien de la humanidad.Pero al sr. Meskalis lo trae v., amable comentarista, a mi blog también por otra causa, dice v.: “Por cierto del blog del "señor" Saco no se fue usted por motivos de diferencias políticas sino porque le banearon, no entiendo que ahora y no cuando estaba allí dijese a ese señor lo que tuviese que decirle. Tuvo tiempo suficiente antes de que le banearan”.A esto precisamente me refería cuando al principio hablaba yo de la incoherencia y temeridad de todos ustedes: “Lo que les pierde a todos vdes., los sáquicos, es su falta de coherencia y la temeridad, se atreven a hablar de todo sin tener el suficiente conocimiento de causa”. Si v. no escribiera, como lo hacen ustedes siempre, por escribir y lucirse ante su auditorio, que, por cierto, se ha restringido mucho últimamente, y se hubiera documentado antes, sabría que las diferencias entre Meskalis y yo, allí, en el fenecido chat de Saco, fueron continuas y tan estridentes que el sr. Meskalis llegó a jurar por todos sus dioses que nunca volvería a dirigirme la palabra, al propio tiempo que me prohibía terminantemente que le mencionara. Luero, él ha ido detrás de mí en este blog de todos mis pecados, exigiéndome que le contestara a unos reproches que me hacía creyendo que le asistía la razón, hasta que le demostré que no era así, que Saco me había prohibido penetrar en su chat para defenderme de un ataque tan injusto como canallesco de un mengele canario.