Vaya que en el Nuevo Gasómetro se vio mejor representada que nunca la frase popular ‘lo que no mata fortalece’. Porque Boca, este Boca de Falcioni que arrasa con records y al que no le importa que lo tilden de poco vistoso, hizo pata ancha en una cancha en la que nunca le es fácil ganar. Y lo hizo con varios jugadores que habitualmente no son habituales en el ‘once de memoria’. Ante San Lorenzo los líderes del campeonato -habrá que esperar como sale Tigre- demostraron que las peleas entre el cuerpo técnico y el plantel quedaron en stand by y volvieron a centrarse en un juego que lo tiene como el candidato más serio a llevarse el Clausura.
¿Por qué es el candidato? Más allá de que es el campeón reinante, los de Falcioni empezaron a carburar luego de un arranque de temporada no muy productivo tras los empates ante Zamora en Venezuela y ante Unión en Santa Fe. Frente a este desdibujado Ciclón pudo darse el lujo de dejar a varios titulares afuera para darle lugar a jugadores como Sánchez Miño. También se dice en el fútbol que cuando un equipo anda bien cualquier pieza engrana perfectamente y eso hizo el zurdo juvenil de Boca. Fue la figura de la cancha por su lucidez a la hora de pasar al ataque, tomar casi siempre la decisión correcta que demandaba la jugada y, sobre todo, por abrir el marcador de un partido que se le venía complicando a Boca.
Se le complicaba porque San Lorenzo intentaba llevárselo por delante mostrándole la camiseta, pero pocas ideas, y porque Chávez no aparecía, Silva no pudo en la única que tuvo gracias a la respuesta magistral de Champagne y porque ni Cvitanich primero, ni Mouche después de ingresado lograban encontrar su espacio. Pero la gran diferencia estuvo en la parte mental: el campeón sabía que si seguía ordenado alguna iba a meter en el arco de enfrente y que con eso le alcanzaba; mientras que el local no podía diferenciar entusiasmo de torpeza para inquietar la infranqueable defensa de Boca.
Y es en el aspecto mental en el que Boca marca distancia con el resto de los equipos en el comienzo del Clausura. Con la frialdad de sus defensores para no dejar espacio y proteger a un seguro Orion, más la confianza que eso le genera a los de arriba para tratar de desnivelar en una y así dar vuelta la historia hacen de este Boca líder el mejor equipo de estas cuatro fechas. ¿Qué no gusta? ¿Qué aburre con su orden? Por la Bombonera y alrededores no se escucha nada de eso, sino la gratitud a un equipo que le devolvió al hincha xeneize que para que Boca pierda hay que jugar mejor que él.