Jorge García López. Gonzalo Pontón. Eugenia Fosalba.Historia de la literatura española. 2. La conquista del clasicismo. 1500-1598.Editorial Crítica. Barcelona, 2013.
La conquista del clasicismo es el título del tomo que completa la magnífica Historia de la literatura española publicada por Crítica y dirigida por José-Carlos Mainer que en nueve tomos traza una panorámica renovadora de diez siglos de creación literaria en lengua española.
Tras las historias literarias firmadas por un autor (Valbuena Prat, Ángel del Río, Alborg) o manuales colectivos como la Historia General de las Literaturas Hispánicas que coordinó Díaz Plaja o la inacabada serie que dirigió García de la Concha en Espasa y se limitó a los siglos XVIII y XIX, esta Historia de la literatura española es un reflejo del nuevo paradigma crítico que se ha ido configurando en el último medio siglo.
Es la primera obra de este tipo en las tres últimas décadas y por tanto propone nuevos enfoques que responden a las nuevas preguntas que plantea el lector de comienzos del siglo XXI. Porque, como la propia literatura, la crítica y los estudios literarios son hijos de su tiempo y contemplan la realidad desde una perspectiva cambiante, fijada por el gusto estético, por el canon de cada momento y por las circunstancias sociales, históricas y culturales que configuran la ideología de cada época. Por eso incluso los tres términos del título -Historia, literatura y española-, que delimitan el campo del estudio, son movedizos e inestables.
Con una inteligente suma de síntesis y análisis, con una lúcida conciencia de caducidad que invita a las propuestas abiertas y renuncia al planteamiento y a la presentación del libro de texto convencional, cada volumen tiene la misma estructura: un bloque inicial sobre la topografía de la literatura de cada época y su relación con el contexto, un acercamiento al mundo del escritor, un tercer bloque de historia literaria de los movimientos y su evolución y una amplia selección de textos de apoyo que recoge, además de significativos fragmentos literarios, documentos de carácter sociológico, ideológico o estético para entender las distintas épocas y las poéticas de cada autor o cada grupo.
El tomo de más reciente aparición, que abarca el periodo de 1500 a 1598, cierra un proceso de publicación que se inició en 2010 con un análisis profundo y riguroso del Renacimiento español como una manera de apropiación del Humanismo italiano del Quattrocento, un modelo que afina todas sus posibilidades creativas en el siglo XVI español hasta aquel primer 98 que coincidió con la muerte de Felipe II y con una cultura ya bajo el signo contrarreformista de Trento y su demolición del pensamiento renacentista.
Entre el pensamiento reformista de Erasmo y el estoicismo de Justo Lipsio, al que admiró tanto Quevedo, el Renacimiento fue en toda Europa un momento decisivo que sienta las bases de la modernidad en el cauce de unas corrientes intelectuales que van del protestantismo al misticismo, que renuevan la espiritualidad con semejante ímpetu purificador.
Pero ese es solo el marco ideológico general. En el terreno literario se crea entonces un nuevo castellano que es en Garcilaso una revolución en el tono de la poesía, en Juan de Valdés limpieza de la prosa y en Fray Luis transparencia de una nueva cadencia sintáctica.
En un recorrido por los géneros, los autores y las obras más representativas del siglo, este volumen aborda cómo se redefine en el XVI, con la imprenta, el papel de la lectura y de la oralidad; cómo se establecen vías de comunicación entre los distintos géneros: la polimetría del teatro o la poesía en los libros de pastores; cómo se produce una transcendente renovación narrativa que se inauguraba con el Lazarillo y ponía los cimientos de la novela moderna que fundaría Cervantes; cómo empiezan a perfilarse en el primer teatro urbano las tendencias que Lope de Vega acabaría fundiendo en el arte nuevo de la comedia nacional; cómo se desarrolla el legado de Petrarca hacia el primer cultismo manierista de Fernando de Herrera o cómo emergen nuevas tipologías literarias en respuesta a las nuevas realidades sociales que surgen al amparo de la ciudad.
Casi sesenta textos de aquella centuria reflejan desde dentro, a través de su distinta condición y de diversos enfoques, la política y la espiritualidad, el nuevo panorama del libro y de la lectura, la cultura del humanismo y los juicios literarios entre coetáneos o las normas que prohibían la presencia de mujeres en las compañías de cómicos.
Como en el resto de los volúmenes, también en este, aparte de la calidad de los textos y el rigor del enfoque, el desarrollo de la obra no es el de una mera historia literaria que habla de períodos, corrientes y obras, sino que se fija también en cuestiones fundamentales como el papel del escritor, las formas de transmisión de la obra literaria o las siempre problemáticas relaciones entre la literatura y el poder.
Santos Domínguez