La conservación del pájaro kiwi en santuarios

Por Pedrolmendez

  Cuando hablamos de kiwis pensamos en una fruta que actualmente forma parte de nuestra dieta, siendo el nombre científico de la especie Actinidia chinensis (Planch. 1847), se trata de una planta trepadora procedente de China. Sin embargo, en esta entrada del blog vamos a referirnos al sentido original de esta palabra Maori usada para referirse a varias especies de aves endémicas de las islas de Nueva Zelanda.
Estas aves no vuelan, nacen sin cola, sus alas son vestigiales e inapreciables bajo el plumaje, los ojos son pequeños y poco desarrollados, son bastante longevas (viven casi 40 años), las hembras son mayores que los machos, las parejas reproductoras que forman son bastante fieles, suelen ser los machos los que incuban los huevos, se clasifican en el género Apteryx ( 5 especies ) dentro del orden struthioniformes y presentan características que nos recuerdan más a los mamíferos que a las aves como bigotes sensibles, olfato muy fino,  funcionalidad del plumaje similar a la del pelo de los mamíferos, las tasas metabólicas comparadas más bajas de todas las aves conocidas, rango de temperatura corporal entre 36,6 ºC y 40,3 ºC, las hembras tienen dos ovarios funcionales, etc.


  Durante años se pensó que estaban filogenéticamente más emparentados con los hoy extintos moas, que debieron avistar los primeros viajeros europeos que llegaron a estas islas y a Australia en 1576, durante la expedición de Juan Fernández y Juan Jufré, pero actualmente se considera que los kiwis están más emparentados con los emúes y los avestruces africanos.


  Hay más ejemplares de algunas especies de estas aves en los parques zoológicos que sueltas, ya que están en grave peligro de extinción debido a la fuerte presión predatoria de 7 mamíferos introducidos en las islas por los humanos: gatos, armiños, zarigüeyas, comadrejas, cerdos, perros y hurones. Así que la mayor parte de los pollos mueren antes de alcanzar los seis meses si es que el depredador no se ha comido antes los huevos que debido a su enorme tamaño se convierten en objetivo preferente de estos depredadores, algunos de los cuales también les ocupan las madrigueras obligándolos a mudarse, etc. Y como casi siempre, los humanos directamente les estropeamos su hábitat por nuestra nefasta costumbre de cortar árboles, los kiwis al ser animales territoriales que viven en los bosques son muy sensibles a todas estas alteraciones que dificultan gravemente el acceso a su principal fuente de alimento: los anélidos, aunque también se alimentan de orugas y larvas de insectos, arañas y algunos vegetales.


  A partir de 1991 se lanzó el programa de recuperación del kiwi, un ambicioso proyecto conservacionista cuyo objetivo primordial es evitar la extinción de estos animales únicos. Dentro de este proyecto se han creado santuarios para kiwis libres de sus depredadores. En este interesante video podemos ver cómo trabajan en este programa :



Referencia:

- Folia Zool. – 54(1–2): 1–20 (2005)
The endangered kiwi: a review
James SALES