En Madrid, en la prensa de Madrid, gustan mucho las teorías conspiratorias y yo me uno a esta postura alborozadamente: creo que tienen toda la razón.En un mundo en el que todo se halla sometido al más rígido de los controles, en el que una señora, la Merkel, se atribuye el derecho de establecer, sin posibilidad de réplica, lo que yo puedo o no puedo hacer mañana, ¿cómo alguien se atreve a pensar siquiera que algo tan determinante para la salud de la república (“res, rei”: cosa, publica: referente al Estado, a la política) se va a abandonar al libérrimo ejercicio del azar y la necesidad (Jacques Monod), como es el fútbol, que, no lo olvidemos, ocupa, como tema central, el núcleo de la prensa que más se vende, y se lee, en el mundo?El fútbol, en contra de lo que opinan todos esos gilipollas intelectuales, como decía el genial Bill Sankley, no es que sea la cosa más importante del mundo, es mucho más que eso.Porque el pueblo, coño, es la jodida gente, o sea, la polis, es decir el puñetero mundo y éste es como es y no como 4 imbéciles quieren que sea. Para que todo vaya bien en el mejor de los mundos posibles, doctor Pangloss, ni más ni menos que Voltaire, hay que asegurarle a la plebe, al populacho, a la masa, lo que la puñetera masa quiere, coño, porque entre otras cosas ya no los dijo el que fue fénix de los ingenios españoles, Lope, “y, pues lo paga el pueblo, es justo hablarle en necio para darle gusto”, pero ahora viene, llega, un jodido intelectual , más falso que Judas, un tipo que ni siquiera él se lee a sí mismo, y nos dice, “joder, pero que asco de fútbol”, pero si será gilipollas el puñetero tío.Los sociólogos de cabecera de todos los partidos políticos han avisado a los poderes públicos de que el opio de las masas, (¿no es ésto, mis querido jodidos falsos intelectuales, porque intelectual es el que se ocupa y preocupa de entender con su puñetero intelecto todo lo que pasa en el mundo?) estaba perdiendo su narcótico efecto a marchas forzadas porque la curiosidad pública se estaba cansando ya de que el Barça haya ganado, en los últimos 3 años, 13 de los 16 grandes campeonatos en los que ha intervenido, lo que indudablemente no sólo no estimula adecuadamente el interés del público sino que ha acabado por aburrir a la gente eso de que siempre gane el mismo jodido equipo. O sea que había que cambiar la tendencia fuera como fuera.Dicen que el Real Madrid, RM en lo sucesivo, es la 2ª potencia económica futbolistica. No es verdad, porque si bien el Manchester United es posible que facture más, de lo que no cabe duda es de que la representatividad política del club inglés no puede siquiera compararse con la del español. En Inglaterra la democracia funciona mucho mejor que en España, perdón, en Inglaterra, bien que mal, funciona una jodida apariencia de democracia, en España, ni eso. Quiero decir que mientras allí, los poderes privados, el jodido capitalismo neoliberal, mantienen al menos la farsa de que no intervienen decisivamente en todo lo que se mueve, aquí, no hay ese tipo de máscaras, y le dicen al pan, pan, y al vino, vino, o sea que le dicen a todo quisque “oiga que el fútbol es demasiado importante para que v., sr. Villar”, (sí, coño, el del Villarato), “pretenda mantener su independencia, usted no es sino una pieza más en la maquinaria del tinglado, así que no se distraiga porque puede echar a perder todo el invento: el Barça no puede ya volver a ganar una Liga más, tome las medidas necesarias al respecto”. Y las medidas se llaman, en román paladino, “árbitros”, para ganar cualquier partido hay que contar, por lo menos, con la imparcialidad del árbitro, si el árbitro de un partido no quiere, éste no lo puede ganar un equipo ya juegue en él no ya el famoso Messi sino el mismísimo Dios y no es proferir una blasfemia sino reconocer la realidad, porque un árbitro de fútbol es, no se sorprendan, el más absoluto de todos los poderes del mundo, si él dice que un gol es gol, no hay fuerza humana en todo el universo que pueda derogar esto que él ha dicho.O sea, que mucho antes de que los bombos del sorteo de la Fifa empezaran a rodar, yo sabía ya, y lo decía públicamente, además, cuáles eran los equipos que le iban a tocar al Real Madrid en el sorteo de los cuartos de final de la Champion: Apoel, Marsella, Bayern, no por nada, sino porque teóricamente son los más flojos, ya que los 3 ni siquiera se hallan en este momento clasificados como primeros en sus respectivos campeonatos nacionales, lo que indica matemáticamente su inferioridad respecto a los otros.En cambio, al Barça, el que todos llaman el enemigo a batir, qué casualidad, le han tocado, el Milán, el primer clasificado de la que es, sin duda, la competición más dura del mundo, la italiana, por lo que Guardiola dijo que no lo quería ver ni en pintura, y el que, al menos para mí, es el equipo más correoso del mundo, el Chelsea, con tal poderío aéreo que te puede resolver un partido, como hizo el otro día contra el Nápoles, que venía de ganarle por tres en su campo, con 3 jugadas a balón parado, lo más expeditivo que se puede dar en este jodido juego.¿Que cómo se hacen las trampas en estos sorteos?Desde hace siglos se dice que el RM es especialista en esto, porque siempre, siempre, siempre, le han tocado los equipos más flojos en el sorteo. Se someten las bolas a una temperatura abrasiva y luego, la mano inocente sólo tiene que sacar en el momento justo las bolas calientes.Es por eso que, luego, la prensa madridista bromea con lo de estas bolas, haciendo bueno eso de “excusatio non petita, accusatio manifesta” o, si lo prefieren, “algo debe de tener el agua cuando la bendicen”.