H.G.Wells nos lo explica todo, desde una perspectiva propagandística, detalladamente:La revolución industrial y el progreso de la ciencia hasta principios del siglo XX cambiaron el mundo de forma drástica. Estos cambios como "la abolición de las distancias", la producción a gran escala y el crecimiento de la población mundial, conllevan nuevos problemas y quebraderos de cabeza para la élite en cuanto a la forma de manejar el mundo y detentar el poder. En estas circunstancias los nacionalismos, que conducen inevitablemente a las guerras, se tornan verdaderamente peligrosos llegando a suponer una amenaza para la existencia de la humanidad. No pudiendo frenar estos cambios, que derivan del progreso, la élite debe adaptarse a ellos o perecer. La solución se encuentra en el desarrollo -en el nombre de la ciencia y la paz- de un gobierno mundial donde la humanidad se encuentre en paz perpetua, unificada, con los recursos colectivizados y administrados eficientemente a escala global. Se evitarían además la extinción de las especies, la destrucción del medioambiente, las hambrunas, la desigualdad y otras catástrofes causadas por el capitalismo salvaje. En resumen, debería construirse un gobierno mundial donde las fuerzas morales (tradición), biológicas (sobrepoblación) y económicas (grandes corporaciones que solo miran por el interés privado, clases privilegiadas...) que conducen a la guerra e inestabilidad estén totalmente bajo control. ¿Cómo conseguirlo? ¿Cuáles son los principales obstáculos y opositores? ¿Cuáles son los potenciales colaboradores? ¿De dónde partir? ¿Cómo organizarse? Las respuestas a estas preguntas, esbozadas por HG.Wells en 1928 en este libro, no tienen ningún misterio: las conocemos a la perfección, pues ya entonces se estaban empezando a aplicar en la vida real.
La Conspiración Abierta es definida por 7 principios:
1) La completa afirmación, tanto práctica como teórica, de la naturaleza provisional de los gobiernos existentes y de nuestra aceptación de ellos.
2) La determinación de minimizar por todos los medios disponibles los conflictos de tales gobiernos, su uso militar de los individuos y las propiedades, y sus interferencias con el establecimiento de un sistema económico mundial.
3) La determinación de remplazar la propiedad privada, local o nacional, al menos de crédito, transporte, y producción básica, por un consejo de administración mundial responsable que sirva a los fines comunes de la especie.
4) El reconocimiento práctico de la necesidad de controles biológicos mundiales, por ejemplo, de la población y las enfermedades.
5) El soporte de un mínimo estándar de libertad individual y asistencia pública en el mundo.
6) El deber supremo de subordinar la carrera personal a la creación de un consejo de administración mundial cualificado para estas labores y para el progreso general del conocimiento humano, capacidad y poder.
7) El reconocimiento de que nuestra inmortalidad es condicional y recae en la especie y no en el individuo mismo. (Aunque este punto lo califica de innecesario).
"Pero los líderes oficiales, los reyes, presidentes y demás, no son en realidad los jefes dirigentes. Son meros líderes figurativos. Ellos no deciden. Hacen meros gestos de contundente y digna aquiescencia cuando las decisiones les son impuestas. Son farsas que complican. Los consejos y asambleas tampoco deciden. Registran, normalmente de forma muy imperfecta y exasperante, el propósito acumulativo de fuerzas externas. [...] La Conspiración Abierta, el movimiento mundial para la sustitución o ampliación o fusión de las instituciones políticas, económicas y sociales existentes debe necesariamente, a medida que crezca, trazar más y más estrechamente las cuestiones del control práctico. Es probable que en su crecimiento incorpore algunos servidores públicos activos y algunos líderes industriales y financieros y directores. Puede asimilar grandes masas de inteligentes trabajadores. Mientras su actividad se expanda resultará un sistema entero de métodos específicos de cooperación. Mientras crezca, y por crecimiento, aprenderá el negocio de la dirección general y cómo desarrollar su función crítica." - H.G.Wells en "La Conspiración Abierta".