La imagen de campo amplio es un excelente trabajo del astrofotógrafo Arno Rottal y recogida en su web Far Light Photography. Orión, el Cazador, es una constelación prominente, quizás la más conocida del cielo. Sus estrellas brillantes y visibles desde ambos hemisferios hacen que esta constelación sea reconocida mundialmente. La constelación es visible a lo largo de toda la noche durante el invierno en el hemisferio norte, verano en hemisferio sur; es asimismo visible pocas horas antes del amanecer desde finales del mes de agosto hasta mediados de noviembre y puede verse en el cielo nocturno hasta mediados de abril. Orión se encuentra cerca de la constelación del río Eridanus y apoyado por sus dos perros de caza Canis Maior y Canis Minor peleando con la constelación del Tauro. El Complejo molecular de la nube de Orión es una gigantesca estructura de hidrógeno, polvo, plasma y estrellas nacientes que abarca la mayor parte de la constelación.
El complejo ubicado a una distancia de 1.500 años luz de la Tierra está formado por nebulosas de emisión, nebulosas de reflexión, nebulosas oscuras y regiones HII. Destaca especialmente por ser una región de intensa formación estelar y por las extraordinarias nebulosas que la forman. En la mitología griega, Orión fue un gigante. Existen diversas versiones del mito de Orión. Una de ellas cuenta que Orión había violado a Mérope, hija de Enopión, quien por ello, lo dejó ciego. Helios le devolvió la vista y a continuación Orión se convirtió en compañero de caza de Artemisa y Leto. Prometió aniquilar todo animal que hubiera sobre la Tierra, por lo que Gea se enfadó e hizo nacer un escorpión enorme que picó a Orión y lo mató. En otra versión fue Artemisa la que lanzó el escorpión contra Orión.
La nebulosa es importante debido a su gran tamaño, ya que se propaga varios grados desde el cinturón de Orión a la espada de Orión. También es una de las regiones más activas de formación estelar visible en el cielo nocturno, y es el hogar de varios discos protoplanetarios y estrellas muy jóvenes. La nebulosa es brillante en longitudes de onda infrarrojas, debido a los procesos de calor intenso que intervienen en la formación estelar, aunque el complejo contiene nebulosas oscuras, nebulosas de emisión, nebulosas de reflexión, y regiones H II. Varias partes de la nebulosa se pueden observar a través de binoculares y telescopios pequeños, y algunas partes (como la Nebulosa de Orión) son visibles a simple vista. Detalles técnicos
Fotografía OriginalCrédito: Arno Rottal / Far Light Photography