Mis amigas me decían: “¿Pero por qué te empeñas en hablar con tu marido? No te contesta o te contesta algo que no responde a lo que tú le preguntabas. Tú pierdes el tiempo”
Y yo les contestaba: “En absoluto. Yo veo que está contento cuando hablamos juntos…aunque lo que nos contamos no tenga sentido. Si el está contento, pues yo también…Eso es el objetivo de mi vida.”¿Debemos abandonar la idea de “conversar” con nuestro familiar a causa de su enfermedad? ¿Debemos dejarle aislado bajo el pretexto que es incapaz de contestar correctamente a lo que le decimos?
Doña Carmina contesta a todo esto en este programa.