Como consecuencia de las emisiones de vehículos, aparatos de aire acondicionado, calefacciones y fábricas, cerca de 30.000 personas al año mueren en España al respirar el aire de nuestras ciudades.
Las ciudades con mas contaminación en España en 2018, según datos de la OMS, Superan los límites de dióxido de nitrógeno que establece la Organización Mundial de la Salud, algunos ejemplos son Barcelona, Guadalajara, Salamanca, Sevilla y Zaragoza que superan, al igual que Madrid, la normativa de 200 microgramos por metro cúbico.
Avilés y Gijón, en Asturias, también son algunas de las ciudades más contaminadas de España, debido a las emisiones tóxicas procedentes de la industria y las fábricas. Sin embargo eso no es todo, ya que también A Coruña, Bailén, Barcelona, Granada, Huelva, Lleida, Madrid, Murcia, Puertollano, Santander, Sevilla, Talavera de la Reina, Valencia, Valladolid y Zaragoza han superado el límite de otro contaminante, incluso, más peligroso para la salud: las PM10, las partículas inferiores a 10 micras de diámetro.
¿Qué son las Partículas PM10 y PM2,5?
Las PM10 son partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento y polen, dispersas en la atmósfera, cuyo diámetro varía entre 2,5 y 10 µm. Formadas por compuestos inorgánicos como silicatos y aluminatos, metales pesados, y material orgánico asociado a partículas de carbono. Se caracterizan por poseer un pH básico debido a la combustión no controlada de materiales contaminantes.
Estas partículas tienen efectos perjudiciales sobre la salud y el medio ambiente, sobre todo en personas con factores de riesgo, como niños, ancianos y mujeres embarazadas. La exposición prolongada a las PM10 y PM2,5 provoca efectos nocivos en el sistema respiratorio. Según la OMS, las estaciones de medición superan de media anual los valores máximos de partículas PM2,5, las más perjudiciales para la salud.
¿Cómo podemos reducir la contaminación del aire?
En este año la OMS ha analizado mediciones de 4.300 ciudades de más de un centenar de países y pone un suspenso en progreso hacia la energía limpia: el cambio podría ser en este mes de Octubre, con la conferencia mundial sobre la calidad del aire.
Gran parte de la responsabilidad la deben tomar los ayuntamientos de las ciudades afectadas, introduciendo medidas como reducir el tráfico, restringiendo el acceso de vehículos en las zonas céntricas de las ciudades, informar a la población más vulnerable, reducir la velocidad del tráfico, entre otras. Sin embargo, estas medidas no se están realizando, salvo escasas excepciones, ya que las únicas ciudades que tomaron esta iniciativa en 2017 fueron Madrid y Valladolid, sin obtener resultados favorables a día de hoy, por lo que se deduce que en este caso fueron medidas insuficientes.
Sin embargo, como ciudadanos y ciudadanas, también es nuestra responsabilidad intentar evitar la contaminación, ya que afecta directamente a nuestra salud. Algunas soluciones que podemos tomar:
– El reciclaje es una forma de disminuir la contaminación ya que al aprovechar los recursos podemos evitar algunos procesos de fabricación que generan gases nocivos.
– Utilizar el transporte público o compartir coche contribuye a que contaminemos menos que si cada uno va en su propio coche.
– Si tenemos pensado cambiar de vehículo, lo mejor es elegir uno de bajo consumo o eléctrico,debemos tener en cuenta que los de diésel son los que más contaminan.
– Caminar o ir en bicicleta
– Cuidar las zonas verdes de nuestras ciudades
– Utilizar bombillas de bajo consumo
Son tan sólo algunos ejemplos, que día a día podemos llevar a cabo para reducir la contaminación y contribuir a mejorar nuestra salud y la del medio ambiente.