La conversación del capitán del Costa Concordia con el capit´na de la guardia costera.
Publicado el 18 enero 2012 por Alma2061La conversación del capitán del Costa Concordia con el capit´na de la guardia costera.
“¡Vuelva a bordo, cajaro!”, con esta frase llaman a la valentía y a honor establecido por siglos de navegación al capitán cobarde que abandonó el crucero hundido en Italia, pero el capitán Francesco Schettino prefirió cuidar el pellejo propio y dejar las heroicidades a cargo de otros.
“¡Vuelva a bordo, cajaro!”, suena perentorio, indignado y furioso, incluso en el dulce idioma italiano, en la voz de Gregorio De Falco, el capitán de la guardia costera de Livorno, esta orden desobedecida por el capitán que se salvaba antes que los pasajeros del crucero Costa Concordia que huía en plena oscuridad, debemos recordar que no todos tenemos casta de héroe, y este capitán pensó primero en su seguridad antes que emular al clásico capitán que se hunde con su nave en el profundo océano..
De Falco: Le habla De Falco desde Livorno, ¿estoy hablando con el comandante? Schettino: Sí, buenas noches comandante De Falco. De Falco: Dígame su nombre, por favor. Schettino: Soy el comandante Schettino, comandante. De Falco: ¿Schettino? Escuche Schettino. Hay gente atrapada a bordo. Usted vaya con su chalupa bajo la proa del barco, del lado derecho. Ahí hay una escala (de cuerdas). Suba por esa escala y vaya a bordo del navío. Vaya a bordo y dígame cuánta gente queda. ¿Está claro? Estoy grabando esta comunicación, comandante Schettino... Schettino: Comandante, le digo una cosa... De Falco: Hable más alto. Ponga la mano delante del micrófono y hable más alto. ¿Está claro? Schettino: En este momento, el barco está inclinado... De Falco: Ya lo sé. Escuche: hay gente bajando por la escala de proa. Usted haga el recorrido inverso por esa misma escala, suba al navío y dígame cuántas personas hay y qué tienen a bordo. ¿Le queda claro? Dígame si hay niños, mujeres o personas que necesiten asistencia. Y dígame el número exacto de cada una de estas categorías. ¿Está claro? Mire Schettino que usted tal vez se haya salvado del mar, pero ahora le va a ir mal... Yo voy a hacer que lo pase muy mal. Vaya a bordo, ¡Carajo! Schettino: Por favor comandante... De Falco: Nada de por favor... Ahora mismo vaya usted a bordo. Júreme que esta yendo a bordo... Schettino: Estoy yendo con la lancha de rescate, aquí estoy, no estoy yendo a ninguna parte, estoy aquí... De Falco: ¿Qué está haciendo comandante? Schettino: Estoy aquí para coordinar el rescate... De Falco: ¿Qué va a estar coordinando ahí? Vaya a bordo. Coordine el rescate desde a bordo. ¿Usted se está negando? Schettino: No, no me estoy negando. De Falco: ¿Usted se está negando a ir a bordo, comandante? Dígame por qué no va. Schettino: No estoy yendo porque la otra lancha está aquí parada... De Falco: Usted vaya a bordo, es una orden. No tiene nada más que hacer. Usted ha declarado el abandono de la nave, ahora mando yo. ¡Vaya a bordo! ¿Está claro? ¿No me oye? Vaya y llámeme directamente desde a bordo. Los medios de rescate aéreo ya están allí. Schettino: ¿Dónde están los medios de rescate? De Falco: Están en la proa. Adelante. Ya hay cadáveres, Schettino Schettino: ¿Cuántos cadáveres hay? De Falco: No sé... Sé que hay uno. Eso oí. Pero es usted el que me tiene que decir cuántos son, ¡Cristo Bendito! Schettino: ¿Pero no se da cuenta de que aquí está oscuro y no vemos nada? De Falco: ¿Y que usted se quiere volver a su casa, Schettino? ¿Está oscuro y por lo tanto quiere volver a su casa? Suba a la proa del navío por la escala y dígame qué se puede hacer, cuántas personas hay y qué necesitan. ¡Ahora mismo! Schettino: Estoy con el segundo comandante De Falco: Entonces suban los dos (...) Usted y el segundo, suban a bordo, ahora mismo. ¿Está claro? Schettino: Comandante, yo quiero subir a bordo, pero la otra chalupa aquí... Hay otros socorristas, se detuvo y no se mueve de aquí. Llamé a otros socorristas... De Falco: Hace una hora que me está diciendo lo mismo. Ahora vaya a bordo. ¡A bordo! Y dígame inmediatamente cuántas personas hay. Schettino: Está bien, comandante. De Falco: ¡Vaya ahora mismo!