El proceso asambleario en el que Izquierda Unida está inmersa es de vital importancia para discernir las líneas programáticas que, como movimiento político y social, vamos a seguir en los próximos años. Además es importante que este proceso se perciba externamente como la forma que una fuerza política se empapa de la realidad social y de los movimientos sindicales, sociales, ciudadanos, ecologistas, feministas para aportar soluciones políticas alternativas a las propuestas neoliberales que los partidos mayoritarios nos han estado imponiendo.
Se trata de realizar un esfuerzo importante para apartar de nuestro camino las tentaciones particulares para conseguir poner la política por encima de los mismos. Citando a Fernádez Buey: “Una política que sepa encauzar las inquietudes de la ciudadanía y poner medios para concebirla como proceso tendente a desembocar en una forma de convivencia en la cual política y, por tanto, moral serán superadas ambas…”, “…la política como ética de lo colectivo que Gramsci propugna no es sólo restauración del sentido noble de la palabra política frente al moralismo y a cualquier forma de actividad mafiosa. Es también crítica de la política imperante, crítica de la “pequeña política”, crítica de la politiquería.”
Me parece fundamental la crítica de la política imperante, no porque Izquierda Unida no se encuentre en ella porque no tenga posibilidad de ejercerla, sino porque esa dinámica de funcionamiento es perniciosa para la sociedad a la que dice servir. Para que la gente nos perciba como algo distinto, tenemos que comprometernos a ser algo distinto y serlo realmente. Entiendo que para ello es fundamental plantear IU:
- como medio de militancia y de compromiso político con la ciudadanía y no como medio de subsistencia ni como opción laboral.
- como medio para conseguir un fin sobre el que tenemos que hablar dentro de la organización, con otras asociaciones y movimientos, para construir de manera colectiva.
Regenerar Izquierda Unida es fundamental para que se convierta en el medio más eficiente para conseguir el fin por el que estamos luchando: Destrozar un sistema que considera a la deuda más importante que a las personas para construir un nuevo sistema con valores éticos que pongan lo fundamental en la agenda política como prioritario.
Y en ese proceso habrá necesariamente que cambiar las dinámicas de funcionamiento asamblearias donde los nombres son más importantes que las ideas. Y realizar procesos de debate colectivos que se puedan llevar a término en tiempo y forma dentro de la organización, ya que, el material a debate para la próxima asamblea es excesivamente extenso. Muchas de las ideas que aparecen en los documentos son ideas que tienen un amplio consenso dentro de la izquierda política, sindical y social, habría que minimizar la longitud de la documentación a debate e introducir líneas programáticas, con concreciones precisas de hacia adonde vamos a navegar como organización.
La convocatoria social es el proceso de aglutinar fuerzas entre todo tipo de movimientos, asociaciones y sindicatos que tengan un planteamiento crítico con respecto a las medidas que se están llevando a cabo por parte de los partidos neoliberales. Lo hacemos continuamente, nuestra forma de trabajar es de movimiento político que convoca a la ciudadanía crítica para conocer su opinión y plantear frentes comunes de lucha, en Palencia con el Plan estratégico, con la Cumbre Social, con la defensa del Transporte Público, con la Plataforma de juventud, …
Todo ello con el añadido de las limitaciones que como organización tenemos y vamos a tener pero sin perder de vista los objetivos prioritarios, aunque los medios puedan y tengan que cuestionarse de modo recurrente.