Mañana publicaré en ‘Salto al reverso’ el último capítulo de La cooperante. Por si aún no habéis leído el anterior, aquí lo tenéis. Os recuerdo que podéis descargaros la historia completa si os suscribís a la lista de correo de ‘la recacha’.
Si quieres, aquí puedes leer el capítulo XIII de la serie.
Sorayita experimentaba sensaciones encontradas. Le costaba sacarse de la cabeza la imagen de un lacónico Mariano firmando en su despacho la dimisión como presidente. Nunca imaginó que aquel hombre al que tanto admiraba, a quien tanto debía, acabara su carrera política de aquella forma tan cruel. Solo. Abandonado por todos. Con una triste maleta esperándole en la puerta.
—Ánimo, presidente. Ya verás cómo todo se arregla —le había dicho, acompañando sus palabras con una palmadita poco entusiasta en el hombro y una sonrisa forzada.
—Gracias, Sorayita. Aunque sea injusto, a veces hay que saber sacrificarse por el bien del país —le respondió, con un murmullo apenas audible y nulo convencimiento.
Lo vio recoger la maleta, con gesto cansado, y, arrastrando los pies, se dirigió hacia la puerta, tras la cual un enjambre de periodistas lo estaba esperando.
La…
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