La Copa Nanteos ha desaparecido y la policía británica ha entrado en acción. No es para menos, se trata de un maltrechos cáliz de madera de olivo que tradicionalmente se ha tenido por el Santo Grial. Resquebrajado y unido por grapas de alambre, se guardaba como un tesoro en una bolsa de terciopelo azul. Hasta no hace mucho, su empleo era constante por la creencia en sus propiedades curativas pero, durante los últimos años, su valor y alarmante fragilidad confinaron la pieza a la bóveda de un banco.
Desde que en el siglo XII el poeta francés Robert de Boron escribiera “Joseph d’Arimathie”, una de las teorías más extendidas es que el Santo Grial llegó a Gran Bretaña a manos de José de Arimatea. La Copa de Nanteos es uno de cálices británicos que compiten por ser ese vaso sagrado. Estuvo oculto en la Catedral de Gloucester hasta que durante el reinado de Enrique VIII (siglo XVI) los monjes lo trasladaran a la Abadía de Santa Florida, en Aberystwyth (Ceredigon, Gales), que luego se convirtió en la Mansión Nanteos y pasó a ser propiedad de la familia Powell. Se le atribuyeron propiedades curativas y los Powell compartieron generosamente esta creencia con quienes acudían a beber del vaso con el ansia de sanar. En el siglo XIX, Margaret Powell aún continuaba dando agua del desgastado cáliz a los enfermos.
Finalmente, la copa fue adquirida por la familia Steadman y llevada a Ross-on-Wye, Herefordshire. Los Steadman optaron por guardar la pieza en un banco en Gales, hasta que el pasado mes de julio la sacaron para auxiliar a una mujer muy enferma. Fue entonces cuando el recipiente fue robado y la policía sigue buscándolo.
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