ADVERTENCIA: Esta entrada es sin censura. Creo que estas cosas hay que hablarlas sin miedo ni vergüenza, tal como son, la sexualidad jamás debería ser tabú, menos si son temas específicos que pueden afectar nuestra salud y nuestra calidad de vida. Dicho esto, empecemos!
¿Qué es la copa menstrual?
La copa menstrual es un recipiente fabricado con silicona médica que se inserta en la vagina manualmente y sirve para recoger el flujo menstrual. No es como un tampón, que absorbe todo el flujo menstrual y la humedad de la vagina hasta dejarte seca, no. La copa menstrual solo recoge el flujo que va cayendo, para que horas más tarde, puedas sacarla, tirar el flujo recogido y volver a insertarla para que siga recogiendo. Está fabricada con silicón médico por lo que es mucho más higiénica que las toallas o los tampones y las probabilidades de que te dé una infección son bastante bajas si cumples limpiando y desinfectando la copa como corresponde.
COSAS QUE DEBES SABER ANTES DE COMPRARLA:
1) Vas a tener que introducir tus dedos en la vagina si o si.
2) Te vas a manchar los dedos.
3) Se necesita práctica, es muy posible que las primeras veces tardes bastante tiempo en ponerla y sacarla.
4) Si no haz tenido relaciones sexuales, seguramente se romperá tu himen y es posible que la primera vez te cueste ponerla y duela un poco.
5) Si no está bien colocada puede ser que tengas filtraciones y te manches un poco. Esto suele pasar las primeras veces, aunque hay personas a las que nunca les pasa.
6) Para evitar infecciones es muy importante que esterilices la copa menstrual al iniciar y terminar cada periodo. Durante el periodo es suficiente enjuagarla con agua. Se puede esterilizar en frío, usando pastillas especiales que algunas marcas venden o en calor, poniendo la copa en agua hirviendo durante un periodo de tres a cinco minutos aproximadamente. Personalmente, yo prefiero esterilizarla en agua hirviendo.
¿PORQUÉ COMPRAR LA COPA?
1) No es un producto que se deseche tras un solo uso, como ocurre con los tampones y compresas. La copa menstrual es un producto reutilizable, al terminar el periodo solo debes esterilizarla y guardarla en su bolsita. Se puede usar una misma copa menstrual hasta durante diez años, aunque algunas
2) Ahorro: Aunque es cierto que la copa es bastante más cara que un paquete de toallas higiénicas, al no ser un producto desechable, supone un gran ahorro a largo plazo. Si sacas la cuenta de cuanto te gastarás en paquetes de toallas higiénicas en los próximos diez años, verás que la copa acaba siendo una alternativa muchísimo más económica.
3) Comodidad: Aunque no lo parezca, es muy cómoda. De hecho, una vez colocada en la vagina, ni siquiera se siente ¡es como no tener nada! Además se puede realizar casi cualquier actividad utilizándola, se puede hacer ejercicio, nadar en la playa o piscina, andar en bicicleta, dormir, etc. Tampoco hay ningún problema al ir al baño a orinar o defecar.
4) Puede permanecer hasta 12 horas puesta sin problemas. A diferencia de las toallas o tampones, no es necesario ir al baño a cada rato a comprobar como va la cosa, las primeras veces recomiendo dejarla puesta unas nueve o diez horas ya que algunas mujeres tienen un flujo más abundante y pueden necesitar quitarla y vaciarla más seguido, pero en lo personal la cambio cada 12 horas y en ese tiempo no llega a llenarse.
5) A diferencia de los tampones y toallas desechables no contiene productos químicos que dañen el organismo o afecten la flora vaginal.
6) No huele mal porque no está en contacto con el aire. De hecho, una de las cosas que notarás si empiezas a usarla es que la menstruación no huele a nada, eso y que en realidad menstruas mucho menos de lo que crees.
MI EXPERIENCIA:
Supe de la existencia de la copa menstrual gracias a alguna chica de algún canal de youtube que subió un video al respecto hace como un año y medio (no recuerdo quién fue). Me llamó mucho la atención por los miles de beneficios y ventajas que tenía este pequeño objeto y porque nunca había oído hablar de él. Al principio pensé que si nunca había escuchado de la copita era porque se trataba de algún nuevo invento, lo que me dio desconfianza; pero luego descubrí que no es ningún invento nuevo, lo que pasa es que lamentablemente la menstruación y todo lo relacionado a ella suele ser un enorme tabú y además a las muchas empresas que se dedican a fabricar tampones y toallas desechables no les conviene que las mujeres del mundo sepan que existe una alternativa mucho más cómoda, barata, segura y ecológica. En fin, que me estoy yendo por las ramas. La cosa es que, como el asunto me llamó la atención, comencé a investigar y me encontré con muchas mujeres dando su testimonio en blogs y canales de youtube tras haber probado la copita durante distintos periodos de tiempo. Algo que me llamó mucho la atención es que la gran mayoría hablaba de la copa como si se tratara del santo grial, todas decían lo mucho que les había cambiado la vida y lo maravillosa que era.
Al final, después de un año dándole vueltas al asunto, queriendo probarla y sin atreverme, decidí lanzarme a la piscina, hacer la inversión y formarme mi propia opinión al respecto.
Primero tuve que decidir qué copa compraba y dónde, ya que hay varias marcas. Tenía claro que no quería pedir que me enviaran una copa desde el extranjero, así que recurrí al viejo y confiable facebook a través del cual descubrí dos tiendas que distribuyen copas menstruales en Lima, Perú.
- Floresta: La tienda floresta tiene página en facebook (aquí) y página web (aquí) y dentro de la pequeña pero muy interesante gama de productos ecológicos, nos ofrecen la MOONCUP, una copa menstrual proveniente de Reino Unido, que cuenta con dos tallas distintas (A y B).
- Meluna: Meluna Perú tiene página en facebook (aquí) y también una oficina en Lima para los que quieran acercarse a ver las copas y comprarla ahí. Las copitas de marca Meluna son fabricadas en Alemania y cuentan con cuatro tallas (S, M, L y XL), así como también distintas alternativas de color, dureza y tirador.
Ambas marcas nos ofrecen copas certificadas, que han pasado los controles de calidad y seguridad europeos, que vienen empaquetadas, con un instructivo y además una bolsita de tela para guardarla. Cuando les escribí por medio de facebook, ambas tiendas me respondieron rápidamente y me ofrecieron toda la información que necesitaba, al tiempo que resolvieron satisfactoriamente todas mis dudas. También es importante decir que no hay mucha diferencia en cuanto a precio entre ambas opciones.
Ahora bien ¿cual elegí finalmente? Aunque ambas alternativas me parecen muy buenas y seguras, finalmente opté por la copa Meluna, principalmente debido a la gran gama de alternativas que ofrece, aunque me compre una copa clásica talla S, pero opté por un tirador en forma de aro, lo cual creo que fue una muy buena decisión en mi caso.
¿Cómo fue ponerla y sacarla por primera vez?
Primero debo decirles algo IMPORTANTE: Yo nunca he tenido relaciones sexuales ni he usado tampón, por lo tanto nada nunca había entrado a mi vagina antes que la copa. ¿Porque es importante aclarar este punto? Primero, para aclarar que el hecho de ser virgen o de no haber usado tampones no es un impedimento para usar la copa. Y también porque sí creo que es importante que sepan que si eres virgen, seguro se va a romper tu himen y te dolerá un poquito introducir y sacar la copa por primera vez. Yo sabía que esto sería así y la verdad no me importó en absoluto.
Como ya les he dicho, me había informado muy bien antes de comprar la copa, por lo tanto sabía que no iba a ser fácil ponérmela por primera vez, que debía tener paciencia y sobretodo estar relajada. Tras explorar la zona comencé a intentar colocar la copa. Fue complicado, dolió un poco, pero tras una hora intentándolo, probando distintos ángulos y posiciones lo logré. Creo que me la puse bien, porque no tuve ningún tipo de pérdidas y una vez puesta, comprobé que no se sentía en absoluto, era como estar sin la regla. Y bueno, tras la noche llegó la mañana y con ella la hora de quitar la copa. En la noche la copa se había estado internando en las profundidades de mi vagina por lo que al intentar quitarla me di cuenta de que estaba más adentro de lo que la había dejado. Pero, sabía que esto podía pasar y como mis dedos no llegaban más que a rozarla lo que hice fue pujar, sí pujar como si estuviera dando a luz. En pocos minutos, la copa ya estaba más a mi alcance y pude enganchar mi dedo en la argolla para ayudarme a jalar hacia la entrada de la vagina (por eso la argolla fue una excelente decisión) y luego romper el vacío y sacarla. Para mí, sacarla fue mucho más fácil que ponerla (aunque hay muchas chicas a las que les pasa al revés) y el mejor consejo que puedo darles es que pujen, porque para mí eso lo hace mucho más rápido y sencillo.
VIDEO INSTRUCTIVO
Video de Cyclo Mentruación sostenible
Con la práctica he mejorado bastante y actualmente puedo sacarla, vaciarla y ponerla en cinco minutos, aunque seguramente con el tiempo lo haré todavía más rápido, todo es cuestión de práctica.
TIPS QUE ME FUNCIONAN MEJOR:
OJO: esto es lo que me ha funcionado mejor a mí, pero cada persona es distinta y lo mejor es experimentar distintas cosas hasta encontrar la que sea mejor para ti.
1) Explorar mi vagina con el dedo antes de introducir la copa: ¿Porqué? Pues porque no es un camino recto y liso, está rodeada de músculo y para mí es más fácil introducir correctamente la copa si recorro el camino primero con un dedo.2) Mojar la copa antes de introducirla: esto no es necesario, pero a mí me resulta más fácil que entre si está mojada.3) Colocarla y sacarla sentada en el WC (no, nunca se me ha caído). Hay gente que lo hace durante la ducha, pero a mí no me resulta tan cómodo.
En definitiva, he tenido una muy buena experiencia en estos tres meses usando la copita. Admito que al principio no fue tan fácil acostumbrarme y coger práctica en ponerla y sacarla, pero creo que vale la pena tener un poco de paciencia ya que los beneficios son mucho mayores que los posibles inconvenientes iniciales: cuidamos el planeta, cuidamos nuestra economía y lo más importante, cuidamos nuestro cuerpo. La copa me ha ayudado a conocer mejor mi propio cuerpo, a escuchar sus señales y a cambiar mi percepción sobre el ciclo menstrual y la menstruación.
En fin, creo que no he olvidado nada
¡Nos leemos!