En el artículo de hoy, Víktor Valles nos hablará de la importancia que tiene someter tu escrito a un control de calidad a través de la corrección literaria por parte de un profesional.
Estoy segura de que el artículo os interesará y aprovecho estas líneas de entrada para agracecerle a Víktor su colaboración con Detrás de un escrito. Espero verle por aquí en otras ocasiones :-).
¿Imaginas comprar una casa de nueva construcción y que, al entrar a vivir, descubrieras que se cae a trozos? ¿Y si compraras un escritorio y al sentarte ante él te encontraras con los cantos sin pulir? ¿Te imaginas comprar una caja de galletas y descubrir que están prácticamente crudas?
Con los libros puede suceder algo parecido y la sensación de insatisfacción es prácticamente la misma.
El nuevo mundo editorial
En los últimos tiempos, el sector editorial ha dado un giro. En los datos recientemente publicados por Amazon, se ve claramente que los autores autopublicados están ganando terreno a las editoriales. Cada vez son más los «juntaletras» que se lanzan en solitario, convirtiéndose en «escritores autónomos».
Dejando aparte el tema de si es rentable o no autopublicarse, hay una verdad absoluta: el autor no puede encargarse de todo.
Sí, hay escritores que tienen grandes dotes para las tareas de diseño gráfico, grandes community managers, etc. Pero existe una verdad absoluta: el peor corrector para una novela es su propio autor.
Como escritores, tenemos los ojos viciados. Hemos escrito la novela y conocemos prácticamente todas y cada una de las partes que hay en ella. Las palabras son nuestras y lo más probable es que, a la hora de corregir, muchos errores se nos pasen por alto.
Por ello es necesario contratar a un corrector profesional.
¡Atención! El corrector de Word no cuenta: a los correctores informáticos se les pasan por alto muchos errores: palabras que con distinto significado son correctas, errores de composición, puntuación, etc.
Los correctores no son enemigos del escritor. Al contrario, el corrector es ese amigo que te ayudará a que tu trabajo reluzca como merece. A nadie le gusta invertir horas en algo para que luego quede de cualquier manera. Como autor, deseas que el lector perciba todo tu potencial en la obra que le presentas.
La corrección es, sin duda, un pilar fundamental. Es el control de calidad en el sector editorial.
La corrección literaria, tipos:
En cuanto a corrección, hay dos tipos:
La corrección de pruebas u ortotipográfica es la que se encarga de la revisión en busca de errores tipográficos, erratas, uso de cursivas, versalitas y negritas, espaciado entre palabras y puntuación, empleo apropiado de signos, etc. Además, en el caso de material preparado para la publicación, también revisan la maquetación de la obra.
La corrección de estilo, por su parte, cuida el texto para facilitar su lectura, cuida que sea comprensible y no contenga pasajes de difícil interpretación, deja bien explicitadas las relaciones entre las distintas partes del texto, adecua el contenido a la situación comunicativa (conservando la voz del autor), cuida la extensión de los párrafos, controla el uso de metáforas y otros recursos retóricos, cuida la puntuación, etc.
¿Por qué los autores son renuentes a la corrección profesional?
El gran impedimento de muchos escritores a la hora de buscar un corrector es el presupuesto.
Partimos de la base que muchos escritores desean emprender su aventura literaria con un presupuesto de 0€. Ninguna empresa o autónomo ha podido arrancar su negocio con un presupuesto cero. Y un escritor, si desea profesionalizarse, tampoco puede permitírselo. Tal como he apuntado con anterioridad: un autor no puede encargarse de todo por sí mismo. Y lanzar una novela sin pasar por un control de calidad, puede sentenciarte.
¿Te imaginas ir al supermercado y que la misma persona se encargara de carnicería, pescadería, caja, reposición, almacén y seguridad? ¿Imaginas el resultado?
Las editoriales, por su parte, suelen preferir encontrar obras ya corregidas. Tal y como he apuntado al inicio, el sector vive su propia crisis y el hecho de encontrarse con una obra ya corregida les supone un coste menor a la hora de editarla.
Todos nos hemos encontrado con erratas en libros publicados por editoriales y eso es debido a la poca importancia que se da a la profesionalidad. Muchas erratas en un libro comportan un daño irreparable en la imagen de la editorial. Y son varias las editoras que se han ganado esa fama (y el cliente lo sabe).
¿Qué debe hacer un escritor autopublicado?
Mi consejo es que si deseas convertirte en profesional de la escritura, pienses como un profesional. En la creación de un libro no valen las prisas ni los ahorros. Suelen decir que lo barato sale caro y, en muchas ocasiones, esa cita lleva razón. Contratar a tu cuñado “el que lee mucho” para que corrija tu novela a cambio de una cerveza y una bolsa de patatas es un riesgo.
Trata a tu novela como si fuera tu hija. Mímala y no escatimes en recursos. Créeme: el lector notará la diferencia.
Si acabas de escribir tu novela y te estás planteando la opción de publicarla, recomiendo que recapacites sobre la necesidad vital de corregir tu obra. Busca varios correctores y asesórate: pregunta sobre su tarifa o pide presupuesto, consulta sobre el método que usan para corregir (por lo visto, algunos correctores no llegan a leerse las novelas) y todo lo que necesites. Yo mismo estaré encantado de responder las dudas que tengas al respecto en el formulario de contacto que encontrarás en mi blog.
Víktor Valles
Fotografía: Penywise, morgueFile.
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