La cosa está que arde. Este país se encuentra en emergencia democrática. A todo lo ocurrido anteriormente sumemos ahora la corrupción del PP. Por si éramos pocos, parió la abuela. A un país con una economía rota, con un Estado del Bienestar y una democracia minorados, y con un gobierno ilegitimado por su constante incumplimiento del programa con el que ganó las elecciones, hay que sumar los claros indicios de corrupción del Partido Popular.
La tormenta en 13, Rua de Génova se está convirtiendo en un tsunami. Los muros de contención, que desde Cospedalia están tratando de colocar con rapidez, no parece que puedan parar este fenómeno.
No queda otra y aunque es posible que no lleguemos a enterarnos de toda la tostada, poco a poco irán apareciendo nombres de peperos, de empresas y tratos y documentos que vayan dejando sin respiración a Mariano y sus muchachos.
Y es que El Mundo trabaja así. Ya lo hizo con el caso Urdangarín. Va soltando día tras día, nuevas informaciones sobre la cuestión. Por fascículos, con el fin de vender más días, más ejemplares. Y no lo podrán parar.
Ya se está reconociendo que ha habido sobres. Basta oír a los mismos del “no-nos-consta” decir ahora “que-yo-sepa”. Ahí está el testimonio del exdiputado Jorge Frías. Basta ver cómo admiten que hay algo que investigar, aunque todavía, desde la cúpula, traten de utilizar triquiñuelas como comisiones internas de investigación o revisiones y auditorías de cuentas (de la contabilidad A, claro, y no de la B).
Bárcenas que quiere salir bien parado y les tiene cogidos por las partes blandas, va a ir soltando con ayuda de El Mundo, detalles y apuntes de la trama que irá desenmascarando a más de uno. Me temo que el tal Bárcenas va a morir matando. Y digo que va a morir porque apuesto de que le será imposible librarse de la cárcel, en primer lugar porque para la opinión pública sería impresentable y en segundo lugar porque al PP le interesa tener una cabeza de turco, un escudo que frene, en lo posible, los cañonazos que les están disparando.
Este serial está empezando, habrá más episodios sin duda. Hoy, basta anunciar que ya hay un “cierto reconocimiento” del partido que lo negaba todo hace tres días y por otro lado que se ha abierto un espita por donde se puede colar Esperanza Aguirre con su caiga-quien-caiga, dispuesta a ganar en el fango hediondo lo que no pudo ganar en el congreso de 2008, en Valencia.
La lideresa madrileña ha visto un resquicio por donde entrar, y está como loca por vengarse de toda esa pléyade de peperos pro-marianos que la vapulearon en el Congreso y la dejaron fuera de todo opción a la presidencia del partido. Si Rajoy no mide bien sus pasos la quiebra de la dirección del PP puede llevar a esta sin-escrúpulos a los altares de Génova. De momento ya tiene trabajando a El Mundo, siempre más afín a Esperanza que a Mariano, a su favor.
Y es que hemos de ver –al tiempo— cómo la persona que gracias a Fundescam pudo financiar la campaña de 2003 en Madrid –la del Tamayazo— en conexión con la trama Gürtel, y que se libró de ser imputada por haber prescrito el caso (¿no es hora de que desaparezca la prescripción de los casos de fraudes al erario público o de financiación irregular de los partidos?) aparezca ahora como la adalid de la honestidad y pretenda ser, de forma desvergonzada, la salvadora “honesta” del partido. Ver para creer.
En fin, empieza una lucha que no puede terminar bien. Lo menos que puede pasar, puesto que no hay vuelta atrás, es que haya una lista de los sobre-recogedores y dimitan, lo que sin duda obligará a Rajoy, como mínimo, a una crisis política con cambio de ministros, ya que habrá alguno o algunos tocados por el sobre de beneficencia. Eso es lo menos, porque lo normal es que ante este desaguisado, Rajoy dimitiera y anunciara una convocatoria de nuevas elecciones generales.
Seguiremos este viacruces genovés que, sin duda, nos ha de dar todavía grandes sorpresas. Y la pregunta de hoy es: ¿Hasta cuándo los ciudadanos de a pié aguantarán tanta felonía, desfachatez y corrupción? Chi lo sà…
Salud y República