No quiero por ningún motivo manchar tu alma, no quiero dejarte mi aliento ni la sombra macabra..Quiero en cambio desaparecer en el aire impoluto, sin sombra y sin luz....quiero ser nada.
Yo quiero disolver mis torpezas en el agua de la fuente clara, hacerme arena en el monte, aceituna en la rama, nube que llueve lentamente sin ni tan siquiera dejar la tierra mojada.....quizá ese olor a tormenta lejana que se aleja lenta y pausada.Deja que me vaya como la sombra que en la pared se refleja de madrugada, esa que no deja surcos, deslizándose como ser de sangre fría y cautelosa mirada....Déjame no ser nada, acaso densa bruma entre los olivos para apresar eternamente sus troncos retorcidos en las mañanas de Enero, cuando las aceitunas reclaman la libertad de sus ataduras sagradas.