Creí que este año los tomates nunca iban a madurar porque sembrados fuera de su fecha habitual y con los calores del mes de agosto ya me estaba dando por vencida por lo lento que evolucionaban. Siempre los sembramos a principio de primavera y este año por el confinamiento tuve que esperar a sembrarlos en pleno verano pero ahí están abriéndose paso a la maduración.
Sembramos pocas plantas pero de variedades diferentes como estos de la foto que son tomates Raf, una variedad oriunda de la Vega de Almeria y que aguanta muy bien el agua de mi zona con cierto grado de salinidad. Su textura firme y carnosa con un bajo grado de acidez lo convierten en una joya crudos y cortados en rodajas con sal o bien en ensaladas.
También tenemos alguna planta de tomates cherrys tanto de los rojos como de los cherrys kumatos que tienen un característico color marrón dorado. Yo los utilizo en ensaladas y sobre todo para ensartar los pinchitos de la barbacoa estival.
Junto a los tomateras tenemos las plantas de pimientos verdes. Hay quien deja las pimenteras sembradas durante todo el año ya que son perennes, pero yo prefiero sembrar nuevos plantones cada año.
Y también en verano cogemos ciruelas para fruta y para preparar unos cuantos tarros de mermelada. Estas amarillas de la foto de arriba son ya las últimas y las de abajo son del otro ciruelo rojo con sabor a fresa ácida que da menos cantidad, pero el campo es lo que tiene que cuando produce se vuelve loco.