El propio CB dice que “no se trata de una autobiografía sino de un texto literario en el que se consignan, por un azaroso método selectivo, una serie de hechos provistos de su real o verosímil conexión con ciertos pasajes novelados de mi historia personal”. He seleccionado este pasaje para que se familiaricen con su modo de decir las cosas, no para desanimarles.
El libro es largo y hay que tener interés. No hay una sola frase descuidada. Sus ejes vitales son la literatura, la política (de izquierdas), la noche y el alcohol, los nubarrones depresivos, el flamenco, el mundo editorial, bares y prostíbulos y muchos amigos, mayoritariamente del mundillo del libro.
Sus opiniones de libros y autores tienen bastante interés, sus retratos son certeros. Generoso con los que respeta (Cela, Barral, Gil de Biedma) y contundente con lo que no (“Se decía poeta, y lo era en la línea de los almacenistas de charcuterías líricas, amén de un parlanchín de mucha hojarasca”).
CB es un maestro….de la literatura. No busquen nada más. Con esta premisa, con algún conocimiento de nuestra literatura de los 50 y con no poco tiempo por delante, este es un buen libro que no les defraudará.