La creación del Estado franquista: Fundamentos ideológicos y apoyos sociales. Evolución política y coyuntura exterior. Del aislamiento al reconocimiento internacional. El exilio.
Por Rafaelrodrigo
1.- La creación
del Estado franquista.
Fundamentos
ideológicos: Ideas
políticas de Franco fueron pocas pero claras. Eran la defensa del
orden público (normas y censura), el nacionalismo español (gran
ostentación de símbolos nacionales y eliminación de peligros a la
nación, como los nacionalismos) y catolicismo (alianza entre Iglesia
y Estado, las ideas católicas son la base del sistema legal).El régimen se caracterizó por una concentración
del poder en la figura de Franco y unos componentes ideológicos como
el anicomunismo, el antiparlamentarismo, el nacionalcatolicismo, el
tradicionalismo, la descalificación de la autonomía de las regiones
como antiespañola, el militarismo y algunos rasgos fascistas.
Bases
sociales: La Dictadura devolvió a la oligarquía terrateniente y
financiera su hegemonía, contó con el apoyo de las clases medias
rurales y con lo que se ha denominado como “familias políticas”,
que ante la prohibición de los partidos políticos y la aparición
del Movimiento Nacional ejercieron como grupos de presión luchando
entre sí por ganar su cuota de poder. Fueron los falangistas,
militares, los católicos, especialmente el Opus Dei, y los
monárquicos, aunque estos muy fragmentados.
2.- Evolución
política.
La
institucionalización del régimen: Poseedor de todo el poder
Franco fue aprobando una serie de leyes que llevaron al régimen a
definirse como una “Democracia orgánica”, estas fueron: El Fuerodel Trabajo (1938), la Ley Constitutiva de las Cortes (1942), el
Fuero de los Españoles (1945), la Ley de Referendum Nacional y la
Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1946).
La
represión: se mantuvo con dureza durante toda la década de los
años 40 mediante campos de trabajos forzados y numerosas
ejecuciones, todo ello amparado en la Ley de Responsabilidades políticas de 1939.
3.-
Política exterior.
La
alianza con las potencias del Eje: En 1939 España se unió al
pacto antikomintern entre Alemania, Italia y Japón. Al iniciarse
la guerra el régimen proclamó su neutralidad, sin embargo tras la
derrota de Francia en 1940 se produjo un mayor acercamiento al Eje.
Así, en octubre de 1940, Franco se reunión en Hendaya con Hitler y
en 1941 con Mussolini en Bordighera y el mariscal Petain. Aunque el
país no participó en la guerra cuando en junio de 1941 se produjo
la invasión de la URSS se envió a la División azul de voluntarios.
En 1942 se produjo un giro, sobre toda tras el desembarco aliado en
el Norte de África, intentando acercarse a los aliados
anglo-americanos.
El
aislamiento internacional: Tras la victoria aliada en 1945 el bloqueo
frente a España fue aumentando. En febrero de 1946 la Asamblea de la
ONU votó en contra de la entrada de España en sus organismos.
Comenzaba así el aislamiento internacional y la retirada de
embajadores. Solamente el Estado Novo portugues de Salazar y la
Argentina del general Juan Domingo Perón.
La vuelta a la comunidad internacional: A partir de 1948 la
situación internacional comenzó a girar a favor del régimen
gracias al inicio de la Guerra Fría. En 1950 la ONU levantó la
recomendación de retirada de embajadores y autorizó la entrada de
España en organismos internacionales. En 1953 la firma del acuerdo con los Estados Unidos permitió la instalación de bases americanas
en España (Torrejón, Rota, Morón y Zaragoza) a cambio de una ayuda
económica de 1.180 millones de dólares. Ese mismo año se firmó un
nuevo Concordato con el Vaticano. En 1956 se concedió la
independencia a Marruecos. La década terminó de forma positiva con la entrada en el FMI y el
Banco Mundial, así como la visita del presidente americano
Eisenhower en 1959.
4.- Exilio y oposición.
La República en el exilio: La mayoría de los exiliados huyó
hacia Francia pero el estallido de la Guerra Mundial les obligó a
trasladarse a Sudamérica. En Méjico se formó un Gobierno en el exilio, sin embargo la decisión de las potencias de no intervenir en
España les fue debilitando. Algunos se alistaron en el Ejército
francés llegando a liberar París en 1944.
Guerrilla y maquis: En el interior los primeros años se
caracterizaron por la presencia de huidos en las zonas de Asturias o
Montes de Toledo. A partir de 1944 dirigida por el PCE se formó un
grupo de resistencia armada, el maquis, que permaneció activo hasta
1948. Su acción más destacada fue la invasión del Valle de Arán en 1944.
Oposición interior y primeras
protestas: La resistencia interior fue muy difícil de
organizar, ya que la represión desmanteló cualquier tipo de
estructura. Aún así en 1946 y 1947 se produjeron las primeras
huelgas, duramente sofocadas por el régimen. En 1951 se produjeron
protestan contra la subida de precios, como las huelgas de Barcelona,
Madrid y el País Vasco contra las tarifas de los tranvías y las
huelgas clandestinas contra los bajos salarios. Mucho más importante
fue el inicio de la protesta universitaria en 1956 cuando el ministro
de Educación, Joaquín Ruíz-Giménez, propició un clima más
aperturista, lo que desembocó en enfrentamientos entre estudiantes
católicos y el SEU. Ese mismo año se produjo una remodelación del
Gobierno.