La creatividad de la publicidad brasileña

Publicado el 21 septiembre 2011 por Cavico

¿La publicidad española es creativa? No tengo la respuesta, y quería saber qué opinais. Pero estuve en Brasil de vacaciones, y algunos anuncios me hicieron recordar cuando la publicidad brasileña era, sin duda, una de las más creativas del mundo (años 80 y 90, principalmente). Quería compartir con vosotros tres ejemplos. Como toda buena publicidad, está muy anclada en características de la cultura local, en este caso el sentido de humor brasileño. Pero con alguna explicación y un poco de buena voluntad (es lo que ocurre en los festivales internacionales para juzgar anuncios de todas las partes del mundo) creo que es posible verificar que, de hecho, son tres muy buenos ejemplos de adecuación y creatividad. Y por lo tanto, su apelo es universal.

 “Los Ponéis Malditos”, todo un fenómeno: anuncio para destacar los 172 caballos del todoterreno Nissan, comparado a los coches de competencia, que en lugar de “caballos” tienen simpáticos “ponéis”, muy “melosos”. La música es pieza-clave de la idea para viralizar la campaña en Internet: es tan pegadiza que, al final del spot, un pony con cara de pocos amigos amenaza con una maldición “Si tú no envías este enlace a 10 amigos, jamás dejarás de escuchar esta canción en tus oídos!”

   

Otra, menos exitosa, pero que se parece con la idea anterior, tiene que ver con un cantante popular en los 80 con un único éxito, llamado Biafra. Su canción también era muy pegadiza y la gente hoy se marea cuando la escucha. Pues un ladrón tampoco aguanta escuchar al pobre Biafra, dentro del coche que quería robar.  El punchline: "Si tu coche no viene con el Biafra, mejor hacer un seguro Bradesco. Por si acaso..." Puro nonsense.

  

Esta campaña del Fiat 500 también utiliza el recurso de la auto-ironía”, cuando dice “para ser un gran actor, no hace falta ser grande; para ser un cochazo, tampoco”. Usa un conocido actor de culebrones mediocre (en interpretación exageradamente mala), pero de 1,90 m, al lado del pequeño gran actor Dustin Hoffman.

   

Los tres anuncios tienen producción sencilla, pero grandes ideas. Anuncios que,  en muchos casos, son mejores que los programas, y que el día siguiente forman parte de las charlas en las casas y en los bares, formarán parte de la cultura popular. En general, los productos ganan con ello, porque se destacan de los demás. Creo que creatividad publicitaria es para eso, ¿o no?