Estas dudas han surgido después de leer la entrevista que Mikel López Iturriaga le hizo a José Miguel Mulet, profesor de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Politécnica de Valencia a propósito de la publicación del último libro de éste "Comer sin miedo". Y sin miedo es como de despacha este científico sobre los transgénicos, la comida ecológica, la dieta de la enzima prodigiosa, el vegetarianismo, el consumo de leche, el uso de edulcorantes y bastantes más temas relacionados con la alimentación. Como me dijo una buena amiga, el profesor Mulet no deja títere con cabeza.
Al leer la entrevista, dan ganas de comprarse el libro, pues piensas que en él se van a aclarar todas tus dudas sobre la alimentación, uno de los temas que más nos preocupan.
Pero, ¿es imparcial el profesor Mulet cuando, por ejemplo, descalifica a la comida ecológica y dice de ella que no está libre de pesticidas o cuando afirma que estudios científicos demuestran que no es más sana que la comida obtenida con métodos tradicionales? Si eres curioso, y no te crees lo primero que lees, puedes encontrar estudios científicos que dicen justo lo contrario. ¿Cómo es posible que no haya unanimidad científica sobre el tema? ¿A quién creemos?
Lo mismo sucede con la mala fama que está adquiriendo el consumo de leche en los adultos, o el peligro de comer alimentos transgénicos. Depende la fuente que consultes puedes encontrarte con respuestas divergentes.
Como el propio profesor Mulet dice en la entrevista, no tenemos que creernos los bulos que circulan por Internet y deberíamos fijarnos en la fuente que publica la información. En el caso de las revistas científicas, deberíamos fijarnos en su factor de impacto. A mayor factor de impacto, se supone mayor credibilidad. En la actualidad, Nature y Science son las dos publicaciones que están a la cabeza de esta clasificación. Cabría señalar, no obstante, que este índice no está libre de polémica tampoco. Una muestra de ello es la crítica que el ganador del Premio Nobel de medicina de 2013, el profesor Randy Shekman, hizo de las grandes revistas científicas citadas anteriormente y su negativa a publicar más en estas dos revistas. O la retirada de algunas publicaciones de estas revistas, de las cuales la más sonada fue la que anunciaba la clonación humana, por ser unos bulos descomunales.
Entonces, ¿qué timo es este llamado ciencia? ¿Nos seguimos fiando del trabajo de los científicos? Os dejo que lo penséis. Pero si pedís mi opinión, yo os respondería que sí. Que el trabajo de esa gente llamada científicos es principalmente beneficioso para la sociedad, prueba de ello es el aumento de la esperanza de vida durante el siglo pasado. Aunque también es verdad que hay intereses económicos o creencias personales que distorsionan la objetividad de la que goza la actividad científica. No olvidemos que los científicos son gente como tú y como yo, que siente y cree y se equivoca, y lleva a sus espaldas un bagaje cultural y una experiencia de vida. Pero esto último se supera con la experimentación y el uso de la razón (Feynmann dixit).
Lo que se debería exigir, por tanto, es juego limpio; que se deje a los científicos investigar sin presiones de ningún tipo y fomentando la cooperación entre ellos, más que la competición, para poder seguir beneficiándonos su trabajo. Y confiando en ellos.