El descenso en los ingresos obliga a los gestores a recurrir a los jugadores de las categorías inferiores, que cobran bastante menos que los extranjeros
Fuente: elconfidencial.com
Los clubes de fútbol españoles, como el resto de la sociedad, están atravesando una crisis económica profunda. Como los recursos escasean y la deudas acumuladas durante los años de bonanza son estratosféricas, 27 clubes de Primera y Segunda División se han visto obligados a recurrir a la Ley Concursal desde que se implantó en el 2004. Esta decisión les permite dejar de pagar sus deudas temporalmente, mientras que administradores judiciales gestionan la entidad. Y como en esta situación sería un delito incrementar la deuda, los nuevos gestores se han visto obligados a recurrir a la cantera para reducir los costes de las plantillas. Esta es una medida que, unida al fichaje de profesionales sin contrato, ha servido esta temporada para aliviar un poco las cuentas de los clubes y reducir el salario medio de los jugadores.Un buen ejemplo de esta filosofía implantada por necesidad son el Celta y el Betis. Ambas entidades han multiplicado en su primera plantilla los jugadores procedentes de sus equipos inferiores, tras recurrir a La Ley Concursal para impedir su desaparición por encontrarse cerca de la quiebra. Y, como atestigua su clasificación, la decisión ha resultado provechosa. No solo han reducido costes, sino que han conseguido alegrar algo más a sus aficiones, siempre deseosas de ver triunfar jugadores de la tierra. Otros equipos, como el Rayo Vallecano, también gestionado por administradores públicos, ha combinado la cantera con la contratación de profesionales por los que no ha tenido que pagar un euro. Pero también los hay que se han olvidado de sus equipos filiales y han rellenado sus planteles con hombres de todo tipo de origen y procedencia, como el Granada, también bajo Ley Concursal, que es el único plantel en el que todos los jugadores utilizados por su entrenador son de fuera.
Fuente: winbol.es
Como ha publicado el diario Marca en un estudio reciente, la crisis ha causado un incremento del tiempo que los canteranos juegan en Primera División. Como es lógico, por filosofía e historia, Athletic de Bilbao y Real Sociedad son los que más echan mano de su propia producción, seguidos del Barcelona, Betis, Celta y Espanyol. El Madrid se encuentra en la mitad de esta clasificación (décimo), y los últimos puestos los ocupan Zaragoza, Málaga, Dépor y Getafe. El Granada no aparece, pues no ha dado minutos a ninguno del filial.Pero una vez más, Real Madrid y Barcelona viven en otro mundo, puesto que las necesidades de los poderosos son distintas a las del resto de mortales. Mientras que los modestos recurren a los filiales por necesidad, blancos y azulgranas lo hacen para completar las mejores plantillas posibles, aunque desde distintas filosofías, y no por necesidad económica. Así, mientras que el club catalán ha juntado en el primer plantel la mejor hornada de su historia (Messi, Xavi, Iniesta, Busquet, Valdés, Pedrito, etc), que le ha servido para situarse en la cima durante el último lustro, la cantera madridista es la que más jugadores ha exportado al fútbol español y mundial. En la actual temporada tiene 22 miembros de sus equipos inferiores ofreciendo sus servicios en la Primera División española (entre ellos, Juanfran, Diego López, Parejo, Miguel Torres, Aranda y Soldado), y 39 repartidos por el resto de las competiciones mundiales (Mata, Borja Valero, Granero, Javi García, Carvajal, Eto'o y Raúl, entre otros muchos). Si bien, desde la famosa Quinta del Buitre, allá por finales de los ochenta y primeros noventa, no ha logrado reunir otro ramillete de figuras canteranas en el primer equipo.
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Estos datos evidencian que el Barça busca en su cantera producir material de primera calidad para su primer plantel, para lo que invierte 25 millones de euros anuales, mientras que el Madrid parece más interesado en hacer caja, pues solo invierte 15 millones anuales en esta tarea, para disponer de más recursos pare fichar a grandes jugadores que den lustre su plantel. Estas divergencias también son reflejo de la diferentes filosofías aplicadas. Así, en el club azulgrana todos los filiales juegan de la misma manera y con el mismo sistema, estilo impuesto por Johan Cruyff, lo que crea jugadores que cuando llegan al primer equipo conocen totalmente sus mecanismos de funcionamiento y les hace más fácil su aclimatación. Por el contrario, en la entidad blanca homogenizan menos a sus integrantes y, junto a la calidad técnica, les dotan de otros valores, como pueden ser la competitividad y la capacidad de adaptación, que les facilita el éxito en lugares dispares.Ahora bien, los dos grandes del fútbol español también se encuentran con problemas en este asunto, puesto que cada vez más clubes extranjeros, principalmente ingleses, intentan arrebatarles a sus futuras figuras a edades muy tempranas. En cuanto un joven destaca, le llueven ofertas fuera de mercado o a cambio de un buen trabajo para el padre en caso de que el chaval no sea profesional todavía. Ante estas situaciones, los clubes españoles no suelen responder con un contrato bien remunerado, pues podría romper la economía de los equipos filiales, además de correr un riesgo muy alto al no tener seguro que finalmente el joven llegue a la élite. Paso con Cesc y se ha vuelto a repetir con Jon Toral. En ambos casos, el Arsenal se los arrebató al Barcelona porque pujó más fuerte. Algo parecido le ocurrió al Madrid con Mata. Cuando esto sucede, tanto uno como otro no dudan en hacer un fuerte desembolso para recuperar a los hijos pródigos que han triunfado fuera, mientras que los modestos se tiene que consolar con vivir los éxitos de los productos franquicia de sus canteras en terceros equipos o disfrutarlos cuando van a colgar la botas.