La crítica política ha de disparar hacia arriba

Publicado el 29 noviembre 2012 por Trinitro @trinitro


El conflicto dialéctico y la crítica asociada a la actividad política hace que quien quiera actuar en el ámbito político no pase por la vida como una virgen vestal con una inmaculada túnica blanca. Sin querer cometemos falacias dialécticas, fallos argumentales, corremos el riesgo de tener un exceso de celo en la defensa de nuestras ideas o en las críticas hacia nuestros compañeros por el mero hecho de que estamos implicados emocionalmente con una causa.

Pero hay un principio ético que creo que no es bueno rebasar y es que nos reservemos las críticas más mordaces para hacerlas hacia arriba.

Es bueno que las organizaciones tengan sistemas de sanción, y que las acciones asociales que van a causar daño intencionado sin ningún ánimo constructivo sean sancionables, en el difícil equilibrio con la libertad individual. Tampoco es malo que “entre pares” se realicen críticas a la acción política de cada uno. Pero esa debería ser la excepción.

La crítica es necesaria, sobretodo hacia los que han de rendir cuentas, la famosa accountability que es imprescindible en la democracia, por parte de los que han de valorar esas cuentas.

Recientemente con el vídeo de militantes del PSOE pidiendo perdón, he leído muchas críticas hacia quienes lo han realizado o los defienden, llamándoles desde conspiradores, a malos estrategas. También he leído críticas personales como esta:

no es de fiar. Mala persona

Francamente, el vídeo no comparto la mitad de los motivos por los que pedir perdón, pero sí es cierto que el PSOE no ha hecho una valoración de los dos últimos años de Zapatero y quiero decir que hoy en día hay diputados que estuvieron en el Congreso durante esa temporada que hoy escurren el bulto y no son capaces de defender esa etapa de su acción parlamentaria. Así que yo la crítica tan mordaz la destinaría hacia la dirección y los dirigentes que no son capaces de dar la cara y defender lo que creen que se hizo bien de aquella etapa y reconocer lo que ellos creen que se hizo mal.

Por otro lado, a los que lo leen en clave táctica interna, deberían analizarse. Estamos realmente tan corrompidos mentalmente por la lógica del poder que en lugar de ver que hay unos militantes que se juegan el tipo y posiblemente su carrera política, tal vez por algo que pueda parecer inocente, superfluo o poco creíble, que todo lo analizamos a nivel táctico interno. Francamente, estamos perdidos si ese es el análisis que podemos hacer.

En otro orden de cosas, lo que para mí y muchos otros es una reacción débil (1) de la dirección del PSC a los casos de supuesta  corrupción que se han descubierto. Una cosa es defender a los compañeros si se cree en su inocencia (y en el caso del primer secretario se ha volcado personalmente en ello, con lo cuál debe contar con más información que le han debido de facilitar los afectados) o actuar con prudencia respecto al caso siempre respetando la presunción de inocencia y la solidaridad natural que se ha de tener a un compañero, y otra es no poder criticar la reacción política que ha tenido la dirección.

También he leído críticas a los compañeros que creen que la reacción ha sido insuficiente, me quedo con la que me parece más desmedida:

 también dentro tenemos quienes, en un ejercicio vergonzante de deslealtad, se suman al coro de fariseos, se adentran sin pudor en la trinchera enemiga

Lo que me encantaría es que esas críticas me las hicieran los compañeros a los que tengo que rendir cuentas por mi cargo (y tener la posibilidad de defenderme)  en lugar de verlas utilizar contra compañeros cuya responsabilidad es inferior a quien lanza esa crítica.

Cuando invertimos la cadena de “rendir cuentas” y es la alta dirección la que llama al orden más que la que sufre las críticas, cuando es la alta dirección quien se dedica a poner orden ante las voces disonantes, más que a intentar canalizarlas, y cuando la estructura se contagia del vicio de “disparar hacia abajo” tenemos un problema colectivo por un lado, y un problema de ética individual.

Tal vez muchos de los problemas que hay en las estructuras partidistas nacen de concepciones culturales como estas. Quien rinde cuenta y ha de absorver el 90% de crítica son/somos los de arriba, no la infantería.

(1) Débil en el ámbito de reacción política colectiva y que se suma a la reacción que creemos insuficiente a los resultados electorales del 25N, no débil en cuanto a la asunción política individual de responsabilidades que se ha asumido de forma impecable lo que los Estatuts del PSC indican y que incluyen la suspensión cautelar de funciones orgánicas de los compañeros que han sido imputados.