Mi trayectoria de cantaor comenzó ahí, en La Cuadra de Paco Lira a finales de 1971. Yo andaba sin rumbo fijo, de vuelta de Madrid a donde se me había ocurrido ir porque allí decían que “había mucho cante”. La aventura acabó a los pocos días en un tren de vuelta a Sevilla, sin un duro y, por eso, custodiado por la policía. No quería volver a casa de mis padres con el rabo entre las patas así que puse la cama en los soportales del estadio del Sevilla, en Nervión, y anduve un tiempo deambulando, canino, hasta que una tarde, sobre aquellos tejados de Santa María de la Calzá, escuché unos quejíos y entré: era La Cuadra. Estaban nada menos que Antonio Mairena, Tomás Torre, Rosalía, Curro Mairena… y, ni corto ni perezoso, pedí permiso para cantar y consintieron y me acompañó el Chico Melchor. Yo estaba mu verde pero, cuando acabé, Mairena dijo: ¡Caramba con el aficionao!.. y es que le hice los cantes de Juan Talega, por seguiriya y se sorprendió porque sólo los muy aficionaos conocían por entonces los cantes de Juan.
Paco Lira, el dueño de la Cuadra, sabía reconocer de un vistazo a los esmallaos. Me dio de comer y también dinero para tabaco y para pagar una habitación. Allí me tuvo arrecogío de día en su casa hasta que me incorporé a Quejío, que la estaban ensayando allí. En la Cuadra, me emborrachaba de cante; raro era el d¡a que no había una reunión con los artistas de más solera de la época. Allí conocí a Mairena, a Perrate, a Fernanda y Bernarda, a Tomás Torre y me fui acoplando al ambiente del Flamenco y a cantar con acompañamiento de guitarra.
Martinete, Seguiriya y Cantes de Trilla son los cantes que me habían encomendado en Quejío, los tres iban con mi sentir. “Salí de mi tierra, marché con dolor, si hay quien reparta justicia, de mí se olvidó” al estilo de El Marrurro, eso hacía en el primer tercio de la seguiriya. Salimos de gira con Quejío, primero en Madrid en el TEI y luego Italia, Francia y Suiza donde conocí a Elena, pero eso es otra historia.
De todo esto han pasado cuarenta años y en ese tiempo me han acompañado la pasión por el flamenco y la suerte de contar con el seguimiento fiel de un público que ha sido el pilar fundamental en el que se ha apoyado toda mi carrera. Me dicen que, para celebrar este 40 aniversario se va a hacer esta página donde iremos añadiendo anécdotas, artículos y vídeos de los momentos más señalaítos y yo voy a enviar mis comentarios. Lo mucho o poco que aquí aporte, que ya sabéis que arrebujar las letras no se me da bien, irá por vosotros, mi querido público.
El Cabrero, 3 de enero de 2012
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