La cuco-cherna

Por Loracueto

Por: Eduardo Lora Cueto… elora89@gmail.comFotos: Xenia Bertel Mejía - xenia.mbm.15@hotmail.com
Los faroles de lucero que tanto pregonaba la novia de Barranquilla Esther Forero, se quedaron en la imaginación de los asistentes a la Guacherna. Lo que prometía ser el desfile más emotivo por ser el primero sin la presencia de Forero, fue una consecuencia más de que la gente hace de las suyas en las calles. 
PRE-GUACHERNAA las 4p.m las calles de la ciudad ya estaban intransitables, pues el primer desfile oficial del Carnaval congestiona arterias importantes como la cra 44, calle 72, calle 53 y cra 54. Como se había anunciado, el Transmetro solo funcionaba para ir al Portal de Soledad, aquellos que no tenían la más mínima intención de apreciar el recorrido. La creatividad de los Barranquilleros se encendió en manifestaciones costumbristas como envasar el alcohol en ‘calambucos’ y envolver el ‘Blackberry’ en bolsa de plástico. 
AHÍ VIENE LA GUACHERNA

Diana Acosta y Andrea Jaramillo Char

La puntualidad fue el primer aspecto positivo para la Guacherna, ya que a las 7p.m ya había arrancado la locura de colores. Andrea Jaramillo Char, Reina del Carnaval de Barranquilla 2012 brilló con luz propia al lucir su atuendo inspirado en el matarratón que tanta alusión hacía Esthercita en sus canciones, el cual fue diseñado y confeccionado por Luis Cañas, estudiante de diseño de modas de la Universidad Autónoma del Caribe. Andrea se ha caracterizado por su originalidad y entrega al público, tanto así que hizo que las vallas que iban sobre las zonas de despejes, se retiraran un momento mientras ella bailaba y saludaba a su pueblo, y éstos apreciaran de cerca el desfile por unos instantes. La gente la recibió con gran emoción y no dejaron de aplaudir en sinónimo de gratitud, hasta que ella no se alejara con su jolgorio.

La espuma de Carnaval no hizo falta.

El homenaje a la novia de Barranquilla fue notorio con pancartas que tenían estrofas de sus canciones, fotos de ella cuando era joven y algunos faroles en carrozas o en las manos de las cumbiamberas. Lastimosamente el disfraz de Monocuco se ha convertido en un ícono de la Guacherna, al punto de saturar el desfile con este personaje. Lo triste del asunto es que tras ese antifaz y pedazo de tela, hay Barranquilleros con el ánimo de ‘recochar’ y darse el lujo de estar en medio de la 44, y ya no llevan coreografía alguna, sino que sus pies se mueven dependiendo de cuantos tragos de licor se han ingerido.

Monocucos de EXITO.

Pero razones como ésta fueron aprovechadas por Rafael Ramos Pinilla para hacer reír a los espectadores ubicados entre calles 68 y 69. Este hombre de aproximadamente unos 40 años, saca a relucir un micrófono y unos parlantes y anuncia cada uno de los acontecimientos que ocurrieron en la noche, además, aprovecha para hacer chistes y animar a los asistentes de ambos lados de la carretera, entre ellos Marcela Dávila (Reina del Carnaval 2011), quien disfrutó el desfile como buena Barranquillera: empapada en maicena. Así entre disfraces, carrozas, reinas, artistas, comparsas y la chiquitín-chiquitica luna de Barranquilla, transcurrió la Cuco-Cherna, la misma que duró aproximadamente 5 horas.

Marcela Dávila, Reina del Carnaval 2011

Rafael Ramos Pinilla. 

Muchas comparsas salieron de la calle 72 a las 10 de la noche, y la distribución de actos no fue el mejor, ya que carrozas como la de Telecaribe con artistas locales, desfilaron con poco público. LA CAÓTICA POST-GUACHERNA

Contaminación en la Guacherna. 

Los Barranquilleros aún no han asimilado que el asfalto no es una caneca de basura, puesto que siguen escogiendo el suelo para tirar restos de comidas, bebidas, objetos de plástico y demás basura, dejando así una imagen de la ciudad sucia, oscura y desordenada, y es cuando aparecen “Los héroes verdes” que en vez de capa tienen una escoba y dejan la ciudad como nueva.

Policías durante el final del desfile. 

No faltaron los asistentes que intentaron ‘colarse’ al desfile, lo que ocasionó reyertas con la policía, la cual aún necesita más personal porque el Carnaval no nos puede quedar grande. El transporte, a diferencia de otros años, fue muy escaso, y es que cada vez, Barranquilla se ha convertido en una ciudad en la que todos quieren comprobar ‘cuál es la bulla’. GUACHERNOLADASA pesar de todo, los Barranquilleros nunca dejan de demostrar su capacidad para sacar chiste a todo acontecimiento que surja y con su creatividad, sacan sonrisas a más de uno. Como un aviso para entrar a un baño que anunciaba sin agüero: “Meada: $500, Cagada: $1.000”; o una mujer disfrazada de Monocuco un tanto ebria que con sus gritos y arrebatos intentaba animar al público y debido a su estado, ninguno acudió a su llamado; o cuando la empresa Éxito hizo su participación, la gente comenzó a corear: “Carrefour, Carrefour”…   Todo lo anterior resume que se necesita hacer un mejor desfile, que los ciudadanos no falsifiquen escarapelas para entrar a desfilar, que haya más seguridad y que sigamos trabajando unidos para no dejar perder nuestro patrimonio oral e inmaterial: El Carnaval… el de Barranquilla.