El libro de Alan Weisman, La cuenta atrás, no es sólo un libro que habla sobre el estado actual de la demografía a nivel global, sino que es algo más, es un alegato a favor de la coexistencia de la humanidad con el medio ambiente. La superpoblación junto al actual sistema económico, basado en el crecimiento continuo y exponencial, están poniendo en jaque a los ecosistemas del planeta. A través de la exposición del estado actual de la demografía mundial, repasando y centrándose en algunos países y/o regiones claves para la comprensión de la problemática y del desafío de la superpoblación, y como ésta puede poner en riesgo a la biodiversidad del planeta, Alan Weisman formula una serie de preguntas al respecto: "¿Cuánta gente puede albergar nuestro planeta?"; "¿existe una manera aceptable y no violenta de convencer a la gente de todas las culturas, religiones, nacionalidades, tribus y sistemas políticos del mundo de que redunda en su propio interés la reducción progresiva de la población?; "¿Hay algo en sus liturgias, historias o sistemas de creencias que potencialmente acepte la idea aparentamente antinatural de limitar lo que más naturalmente se nos ocurre a nosotros y a todos las demás especies: hacer copias de nosotros mismos?"; "¿Cuánto ecosistema se requiere para mantener la vida humana?";"¿qué especies o procesos ecológicos son esenciales para nuestra supervivencia?"; "¿en qué punto nuestra arrolladora presencia desplaza a tantas otras especies que a la larga acabamos por expulsar del planeta de lo que dependía nuestra propia existencia hasta que ya es demasiado tarde; algo sin lo que no podemos vivir en absoluto?" y "¿cómo diseñamos una economía de cara a una población menguante y luego de cara a una población estable, esto es, una economía que pueda prosperar sin depender de un crecimiento constante?" En el transcurso del libro se expone estas preguntas y se intenta hallar respuestas o bien replantearlas.