Traductora: Susana Prieto MoriEditorial: DefaustaISBN: 9788494502927
Páginas: 188
Por segunda vez en muy poco tiempo os traemos en una reseña a una nueva editorial, con un catálogo muy recomendable. En este caso se trata de la editorial Defausta, dedicada a publicar obras de la literatura anglosajona moderna, como ellos dicen desenterrando tesoros que por uno u otro motivo no habían sido publicados antes en nuestro país.
Pues bien, uno de esos tesoros es La culpa, la primera novela de Kate Chopin, mucho más conocida por El despertar. He de decir que El despertar es uno de los libros favoritos de mi hermana Rustis, por lo que aunque yo no conociera la obra de Kate Chopin ya tenía muy buenas referencias para comenzar con ella. La historia de La culpa tiene lugar en la Luisiana profunda, de donde era natural la autora. Allí Thérèse Lafirme, una joven viuda criolla de treinta y dos años, dirige una plantación de algodón. Pero no imaginéis una plantación al estilo de las de Lo que el viento se llevó, grandes, con fiestas, bailes y diversiones. En este caso es pequeña, apartada de todo y con pocas cosas que hacer más que ver la vida pasar.
Cuando David Hosmer propone a Therésè explotar la madera de su finca instalando un aserradero es cuando todo se desencadena. David y Thérèse se enamoran, pero las convicciones religiosas y morales de ella impiden su casamiento cuando se entera de que David es un hombre divorciado. Muy al contrario, propicia que David y su ex-esposa, Fanny, retomen su matrimonio, cosa que él acepta a pesar de la infelicidad que eso supondrá para todos.
Kate Chopin
La culpa nos presenta a una protagonista, Thérèse, con una voluntad de hierro. Dirigiendo una plantación en una época en la que las mujeres estaban relegadas al hogar, no es capaz, en cambio, de obedecer a sus sentimientos sino a los mandatos de la religión y las costumbres. Aunque la novela se centra en los personajes también nos permite conocer cómo era la vida en el sur de Estados Unidos tanto en grandes ciudades como San Luis como en el campo, y las relaciones entre la gente adinerada y los negros que trabajaban para ellos. Hay que destacar la labor de la traductora puesto que no ha debido de ser un trabajo fácil: en toda el libro los personajes negros hablan como lo hacían en esa época, en la que muchos de ellos no habían recibido prácticamente ninguna educación, y además se intercalan muchos vocablos franceses debido al origen criollo de Thérèse. No tiene que ser sencillo trasladar todo esto a nuestro idioma, y creo que se ha realizado un gran trabajo (incluso al final se incluyen unas notas con la traducción de términos franceses y explicaciones de ciertos aspectos de la narración).Ha sido un placer leer esta historia: comienza lentamente y poco a poco va cogiendo ritmo hasta llegar a un final vertiginoso, donde todo se precipita al igual que las aguas torrenciales de ese río que atraviesa la plantación Lafirme. Si esta es la primera novela de Kate Chopin, creo que no pasará mucho tiempo hasta que lea El despertar, porque intuyo que tiene que ser una maravilla. Hay que darle las gracias a la editorial Defausta por descubrirnos pequeñas joyas como ésta.
No sé si habréis visto la primera temporada de True detective, en una Luisiana mucho más moderna pero igual de profunda que la de La culpa. ¿No la habéis visto? ¿Y a qué esperáis, insensatos?