La cultura, (algo de rojos y maricones) ¡...prescindible!

Publicado el 02 abril 2012 por Piniella
El sábado Manuel Rivas daba fe en El País de un premio literario de una localidad gallega que se había reducido a "una cena con el alcalde". Si, no es coña, vamos que no podías elegir la pareja, te ponían al regidor del consistorio en la mesa para compartir la sopa y el filete. Menos radical, pero también elocuente fue el artículo de Elvira Lindo, al día siguiente en el mismo periódico, "La cultura por la borda": todo casa con una idea de la derecha más conservadora que ha estigmatizado al creador como un aprovechado. La crisis es el escenario ideal para cargarse el presupuesto de Cultura, como así lo ha hecho el Gobierno de Rajoy la semana pasada. El cine español difcilmente podrá sacar dinero para ponerle la cara roja a la derecha de episodios sociales e históricos, que prefieren olvidar, como los que retratan nuestros directores. Tampoco habrá subvención para el arte por el arte, no es tiempo de "cosas improductivas". El mercado es el mercado. El derroche de otros tiempos, que daba actuaciones gratuitas a doquier, ha desarmado incluso a los que, como yo, ahora se atreven a salir en defensa de la gente del teatro o del cine, o de la literatura, o de cualquiera de las manifestaciones. Digo yo, que se podría buscar un término entre el desatino del Ayuntamiento de El Egido, (el que quería traer a los Rollings por dos millones de euros), y este desierto cultural al que nos condena Rajoy. El gestor debe tener mesura. Ya pasó el tiempo en que el ladrillo inmobiliario de algunos municipios daba para "regalar pan y circo" al populacho, ahora nos hemos quedado sin dinero para la cultura, pero no para los cargos y carguitos que se han cambiado simplemente de color. Ni si quiera para los presupuestos de coches oficiales de lujo, como recientemente se ha denunciado. Es, en definitiva, otro paso más en la colonización que la derecha está permitiendo, su patriotismo es de pacotilla porque en realidad acabar con la cultura es acabar con lo que nos une como nación. Su nación se llama Capital y en ese país la cultura es algo de rojos y maricones ¡prescindible!